MIAMI (AP) — Ozzie Guillén salió del vestuario tres horas antes del partido del martes, vio a la horda de periodistas que lo aguardaba en la caseta y soltó una exclamación de sorpresa.
Después de cumplir una suspensión de cinco juegos, el manager venezolano se reintegró el martes con los Marlins de Miami para iniciar una serie contra los Cachorros de Chicago.
"Me siento muy bien", dijo Guillén en la cueva frente a medio centenar de reporteros y camarógrafos antes del primer lanzamiento. "Qué bueno es volver y hacer lo que me encanta".
El piloto dijo que no cambiará su forma de ser, pero que evitará hablar sobre temas que no le incumben.
También dijo que cuidará más sus palabras cuando está entre personas que no conoce bien.
"Evidentemente, hablar sobre ciertas cosas no es asunto mío", dijo. "El asunto mío es el béisbol... Aprendí una lección muy dura. Uno aprende de los errores. Espero que este error me convierta en mejor persona".
No se percibieron protestas en el estadio el martes y tampoco se apreció reacción alguna cuando Guillén se sentó en la cueva previo al inicio del juego.
Pero en el cuarto inning, un fanático en el segundo nivel se puso de pie, agitó los brazos y gritó varias veces: "Ozzie, eres un ... (una frase subida de tono)".
Los Marlins suspendieron a Guillén luego que éste elogiara a Fidel Castro en una entrevista con una revista. Sus declaraciones indignaron a la comunidad cubano-estadounidense de Miami, la cual conforma un importante segmento de la afición del club.
Se disculpó reiteradamente durante una conferencia de prensa extraordinaria la semana pasada e inició su suspensión cuando llevaba apenas cinco juegos con el equipo.
Contrito pero optimista, Guillén dijo que pasó su semana de descanso forzado en Miami y miró los partidos de los Marlins por televisión, lo cual le resultó extraño.
Dijo que espera reparar el daño que ha hecho con triunfos y con participación en las actividades comunitarias del equipo.
"Obviamente hay gente que todavía se siente un poco molesta", dijo. "No los culpo en lo más mínimo, pero siento que mucha gente me apoya. Haga lo que haga, nunca será suficiente... hay gente que siente lo que siente".
En cuanto a la posibilidad de que lo abucheen los fanáticos de los Marlins, se encogió de hombros.
"No puedo controlar si nuestros fanáticos me abuchean. Me han abucheado en otras partes", dijo Guillén.
Pero reconoció que una reacción de ese tipo por las actuales circunstancias "dolerá un poco más".
Al reunirse con sus jugadores antes del partido, Guillén dijo que había que volver a concentrarse en el juego. El primera base Gaby Sánchez, hijo de exiliados cubanos, dijo que fue una situación molesta, pero el equipo está contento con el regreso de Guillén.
"Todos lo conocen bien como persona, lo que quiere decir y lo que siente, así que todos lo apoyan", dijo Sánchez.
Preguntado si su regreso de la suspensión era un nuevo comienzo, Guillén dijo que no.
"Me he impuesto un régimen de autovigilancia para madurar y ser mejor y no confiar en demasiada gente", dijo.
Mientras estuvo apartado del equipo, Guillén dijo que pasó tiempo con un vecino cubano que le enseñó mucho. Pero no leyó sobre Castro para conocer mejor al líder cubano retirado.
"Ese es el último nombre que quiero leer, créanme", dijo Guillén entre risas. "No quiero ni pensarlo".
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