Las condiciones de salud de la hija recién nacida de la joven Elizabeth Guzmán, han ido empeorando y su pronóstico sigue siendo reservado.
Mientras Elizabeth continúa recuperándose en el hospital Marcelino Vélez Santana, herida por su padrastro, quien se conviritió en el verdugo que mató a la ex esposa, a un hijo, y luego se suicidó, durante una tragedia ocurrida el pasado martes en el barrio Libertador de Herrera.
Aunque a la criatura lograron sacarla con vida del vientre, su estado de salud ha ido empeorando.
El director médico del hospital, Juan Álvarez, explicó que Elizabeth, de 36 años, y quien cursaba las 35 semanas de embarazo cuando fue herida por su padrastro, se encuentra estable, y ayer incluso empezó a caminar.
Aparte de la cirugía de cesárea para sacar la bebé con vida de su vientre, Elizabeth tuvo que ser operada para extraerle el riñón derecho y el bazo debido a los daños que recibió.
No obstante, dijo que la recién nacida sigue en condiciones críticas, ingresada en la unidad de cuidados intensivos neonatal y que en las últimas horas ha ido empeorando desde el punto de vista respiratorio, por lo que continúa conectada a un ventilador mecánico.
La tragedia ocurrió la madrugada del martes cuando Vangelio Guzmán, de 62 años, rompió el cristal de una de las ventanas de la casa donde dormía su ex esposa Felícita Pérez y su hijo Wellington, de 25 años, a quienes mató. Además, hirió de varios disparos a su hijastra Elizabeth y luego se suicidó.
La casa donde residía la familia por más de 30 años, ubicada en el sector Libertador, en Herrera, permanecía cerrada y los vecinos coincidían en que la tragedia dejó mucha angustia y tristeza.
LISTÍN DIARIO llama la atención en su editorial del jueves 24, ante los frecuentes feminicidios, y los sindica de “monstruos, verdaderos monstruos, son todos aquellos que han asesinado vilmente a sus mujeres. No les cabe otra denomiación que ésta”.
Los cadáveres de las víctimas fueron sepultados la mañana del miércoles en el cementerio Cristo Salvador, de Santo Domingo Este.
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