ANAHEIM, California (AP).- El primer día de los entrenamientos de pretemporada, Albert Pujols se paró ante los micrófonos en Arizona para presentar formalmente una nueva era para los Serafines de Los Ángeles.
“Aquí estoy”, afirmó el astro dominicano.
Cuando la temporada regular ya lleva casi un mes, es entendible que los aficionados de los Serafines se pregunten si el anuncio no fue un poco prematuro. El propietario del equipo, Arte Moreno, desembolsó 240 millones de dólares por un superastro que aún no ha redituado esa inversión.
La campaña está en sus inicios y falta mucho béisbol por jugarse. No hay razón para entrar en pánico por su bateo o repentina falta de poder, incluso en momentos en que los Serafines comienzan a preocuparse por un arranque que los tiene trastabillando en la cola de la división Oste de la Liga Americana, a nueve juegos de los Vigilantes de Texas.
En los últimos días, el equipo dio de baja a un pelotero que gana nueve millones de dólares al año y envió a las Ligas Menores a su cerrador. Los jugadores tuvieron su propia reunión de equipo a puerta cerrada en un intento por determinar qué ha estado mal en la organización.
Pero no hay mucho que puedan hacer sobre Albert Pujols salvo esperar y tener esperanza.
Tendrán que esperar a que el caribeño comience conectar con la contundencia que siempre lo caracterizó en San Luis. Confían en que su caída de efectividad en el bateo sea sólo temporal, no un preludio doloroso de lo que podrían ser los próximos 10 años.
“La muestra es pequeña para establecer ahora una tendencia en cuanto a lo que ocurre”, dijo el piloto de los Serafines, Mike Scioscia. “Empezaremos a ver que él hará algunas cosas a medida que se sienta cómodo en la caja de los bateadores”.
Efectivamente, hay razones para creer que Pujols será el jugador que todos esperan en Anaheim.
Pujols ha comenzado a acostumbrarse a un nuevo equipo, a una nueva liga, a un nuevo estadio no apto para jonrones y a numerosos lanzadores nuevos que nunca había enfrentado.
El dominicano tuvo una sequía similar al principio de la campaña anterior, pero terminó con 37 jonrones y colaboró en la victoria de los Cardenales de San Luis en la Serie Mundial.
Sin embargo, ha tenido dificultades para batear jits mucho más que para conectar cuadrangulares.
A principios de semana, en el partido contra Tampa Bay, conectó un sencillo y puso fin a la peor racha de su carrera de 21 viajes al plato sin indiscutible. Pujols tiene apenas porcentaje de bateo de .216 (tras el partido del lunes), muy por abajo del de .328 que tenía con San Luis.
Otros equipos han advertido la situación y sacan provecho. Con el partido en peligro de derrota y dos autes en la octava entrada, los Serafines tenían el viernes pasado corredor en segunda base. Los Indios enfrentaron a Pujols con lanzamientos en lugar de darle la base por bola. Pujols sacó un elevado a primera y los Serafines perdieron otra vez.
No había razón para no hacerle lanzamientos a Pujols. En 22 partidos esta temporada, el dominicano tenía sólo cuatro carreras impulsadas y ningún jonrón.
Su sequía de jonrones en temporada regular alcanzó las 113 salidas al bate, la peor cifra de su carrera, y se remonta al 22 de septiembre.
Cifras | Pujols
151
Posición entre todos
En una lista de 187 peloteros regulares de las Ligas Mayores este año, Albert Pujols es el bateador número 151, con porcentaje de apenas .216.
7
extrabases
El dominicano suma sólo 19 jits en 88 turnos legales, una diferencia abismal con respecto de sus números con San Luis. Tiene siete dobles y entró a la jornada de ayer sin ningún cuadrangular.
7 contra 13
Bases y ponches
Respetado al máximo en la Liga Nacional, Pujols tiene casi el doble de ponches que pasaportes, otro aspecto que destaca en su lento arranque. Nunca tuvo más chocolates que bases recibidas en sus años con los Cardenales, con los que fue campeón el año pasado.
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