23 julio 2012

Reducir el consumo de sal puede evita 1 de cada 7 casos de cáncer estomacal


Uno de cada siete casos de cáncer estomacal podría evitarse si la gente limitara su consumo de sal a los seis gramos diarios que se recomiendan.
La gente consume en promedio 43% más sal de la que se recomienda diariamente.

Sin embargo, según un estudio en el Reino Unido del World Cancer Research Fund (WCRF), Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer, el consumo promedio de sal en la población es de 8,6 gramos, 43% sobre el límite recomendado.
La sal no sólo incrementa el riesgo de cáncer, también puede conducir a un aumento en la presión arterial, lo cual es un factor de riesgo de enfermedades del corazón y cerebrovasculares.
Los científicos del WCRF están pidiendo que se establezca un sistema estandarizado de etiquetado para hacer más claro al consumidor la cantidad de sal, grasa y azúcar que contiene un producto.
Porque no sólo se trata de no espolvorear sal sobre nuestros alimentos. La vasta mayoría de la sal que consumimos está ya en el alimento que compramos.
Según el organismo, 75% de la sal que comemos proviene de los alimentos procesados como comidas preparadas, queso, papas de bolsa, pan, galletas y carne procesada.
El otro 25% lo añadimos cuando preparamos los alimentos o en la mesa.
Diagnóstico difícil
Cada año hay unos 980.000 casos de cáncer estomacal en el mundo.
Aunque las infecciones, el consumo de alcohol y el tabaquismo son factores de riesgo importantes, la dieta también juega un papel en la enfermedad.
El Fondo calcula que 14% de los casos de cáncer podrían evitarse si todos limitaran su consumo de alimentos salados y sal a 6 gramos diarios.
El cáncer estomacal tiene una alta mortalidad -800.000 muertes cada año en el mundo- porque a menudo la enfermedad se diagnostica cuando está en sus etapas avanzadas.
Esto la convierte en la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo, después del cáncer pulmonar.
"El cáncer estomacal es difícil de tratar con éxito porque la mayoría de los casos no se detectan sino hasta cuando la enfermedad ya está bien establecida", afirma Kate Mendoza, jefa de información del WCRF.
"Esto coloca aún más énfasis en cambiar el estilo de vida para evitar que la enfermedad ocurra en primera lugar, por ejemplo reduciendo el consumo de sal y comiendo más frutas y vegetales".
"Debido a que 75% de la cantidad de sal que consumimos ya está en los alimentos procesados que compramos, en el WCRF nos gustaría ver un etiquetado con luces de semáforo al frente de los paquetes de alimentos y bebidas para tener una mejor guía sobre los niveles de sal, azúcar, grasa y grasa saturada".
Este tipo de etiquetado coloca colores que denotan el contenido nutricional del producto: rojo para alto contenido, ámbar para mediano y verde para bajo.
La forma de etiquetado, sin embargo, es un asunto muy controvertido entre los productores de alimentos y supermercados en todo el mundo.
Otras organizaciones también están pidiendo un sistema de etiquetado estandarizado.
"Esta investigación confirma lo que un estudio reciente de Cancer Research ya demostró: demasiada sal contribuye considerablemente al número de casos de cáncer estomacal", señala Lucy Boyd, de la organización CancerResearch Uk.
"La mejora de los etiquetados, como los que incluyen el sistema de semáforo, podría ser un paso útil para ayudar a los consumidores a reducir su consumo", agrega.
El cáncer estomacal es el cuarto tipo de cáncer más común en el mundo.
Cerca de 72% de los casos de la enfermedad ocurren en los países de medianos y bajos ingresos. Y la incidencia más alta está en los países del este de Asia y América Central y del Sur, principalmente en Honduras, Guatemala y Ecuador

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