la pareja continuó recibiendo denuncias y finalmente han sido acusados en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente, por lo que ahora se enfrentan a una multa de unos 3.800 euros "Hemos superado los niveles de contaminación acústica, hasta el punto de que fuimos arrestados y sacados de nuestra propia casa. Nos dijeron que no podíamos tener relaciones sexuales", asegura Jessica, de 34 años. Colin, de 45 años y natural de Sturt, Australia del Sur, ha dicho: "¿Cómo puedes vivir en un lugar donde no se puede tener relaciones sexuales? Es ridículo. De todos modos, es sobre todo Jessie". Una orden emitida hacia Jessica Ángel le exigió el cese "de todas y cada una de las molestias ambientales", incluyendo "gritos, ruidosos gemidos y voces". Dos días después de haber recibido la orden, la policía volvió a recibir una denuncia. La pareja fue entonces arrestada y llevada a la comisaría local, donde fue acusada informalmente y se le ordenó comparecer en el Juzgado de Paz de Adelaide el próximo mes. Trevor Lovegrove, Inspector Jefe de Sturt, ha aclarado que "las personas tienen derecho a la privacidad dentro de su propia casa, pero cuando sus acciones afectan a los demás la policía tiene que intervenir antes de que una situación se agrave".
27 agosto 2012
Una pareja, acusada de mantener relaciones sexuales demasiado ruidosas
la pareja continuó recibiendo denuncias y finalmente han sido acusados en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente, por lo que ahora se enfrentan a una multa de unos 3.800 euros "Hemos superado los niveles de contaminación acústica, hasta el punto de que fuimos arrestados y sacados de nuestra propia casa. Nos dijeron que no podíamos tener relaciones sexuales", asegura Jessica, de 34 años. Colin, de 45 años y natural de Sturt, Australia del Sur, ha dicho: "¿Cómo puedes vivir en un lugar donde no se puede tener relaciones sexuales? Es ridículo. De todos modos, es sobre todo Jessie". Una orden emitida hacia Jessica Ángel le exigió el cese "de todas y cada una de las molestias ambientales", incluyendo "gritos, ruidosos gemidos y voces". Dos días después de haber recibido la orden, la policía volvió a recibir una denuncia. La pareja fue entonces arrestada y llevada a la comisaría local, donde fue acusada informalmente y se le ordenó comparecer en el Juzgado de Paz de Adelaide el próximo mes. Trevor Lovegrove, Inspector Jefe de Sturt, ha aclarado que "las personas tienen derecho a la privacidad dentro de su propia casa, pero cuando sus acciones afectan a los demás la policía tiene que intervenir antes de que una situación se agrave".
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