SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Noticias SIN por el interés de la población presenta el discurso integro del presidente Danilo Medina por sus 100 días en el Gobierno.
A continuación el discurso del presidente Medina.
Pueblo Dominicano,
Un gobierno democrático debe tener, como práctica, el diálogo franco con la sociedad.
Quiero transformar esta práctica en una saludable rutina entre este Presidente y cada uno de ustedes.
Para mí, diálogo significa transparencia, intercambio de ideas, renovación de compromisos y de forma concreta, una rendición de cuentas permanente.
Esta noche, ya cumplidos los 100 días de mi gobierno, esa rendición de cuentas adquiere un carácter muy especial.
Por eso, quiero hablarles con el corazón en las manos, con mucha sinceridad y realismo.
Para mi alegría, les traigo datos concretos, capaces de aumentar nuestra confianza en el presente y nuestra fe en el futuro.
A pesar de las dificultades, tenemos mucho que mostrar y puedo garantizarles que el gran cambio ya comenzó y no va a detenerse.
Una revolución pacífica y democrática no se hace de la noche a la mañana. Pero avanza, a veces, de forma silenciosa, cada minuto.
Un gran cambio comienza con dos pilares: cambio de actitud y claridad del proyecto. Y eso, ya lo hemos demostrado!
Se alimenta en la seriedad de los propósitos y en el cumplimiento de promesas. Y de eso ya estamos dando pruebas!
Y se consolida en la unión consciente del gobierno y el pueblo. Y eso lo lograremos cada vez más!
Pero es normal que un proceso de cambio también pase por provocar dudas e incomprensiones.
Por eso, es fundamental el diálogo, la explicación y la información clara.
Y así es que quiero hablar para ustedes; pueblo dominicano.
Como muchos recordarán, iniciamos el cambio con medidas que confirman nuestro compromiso de hacer un gobierno moral, sin abusos y sin privilegios.
Por eso, insistí en ser el primero en firmar el Código de Pautas Éticas, y exigí que todo mi gabinete lo hiciera también.
Cada funcionario sabe que si no cumple lo que está escrito ahí, será destituido sumariamente y responderá de sus actos ante la justicia.
Aprobamos, poco después, el decreto 499-12, con medidas para mejorar la eficiencia del gobierno y acabar con cualquier tipo de gasto alegre e innecesario.
Acabó, por ejemplo, la utilización de tarjetas de crédito del gobierno para asuntos privados, la compra de vehículos de lujo y la celebración de fiestas.
De la misma forma, se suspendieron los aportes del gobierno a los planes de pensiones complementarios. Es decir, no se pagarán con fondos públicos más pensiones extraordinarias a ningún funcionario.
Porque un gobierno democrático no es para formar castas, ni para mantener grupos de privilegiados, pero sí para luchar por la igualdad de todos.
A este decreto se sumaron otras medidas para mejorar la gestión pública, entre ellas el cumplimiento de la ley 247-12, que reduce el número de viceministros a 6 y el cierre de diversas instituciones que ya no tenían más razón para existir.
En resumen, estamos cumpliendo con el compromiso que asumimos: garantizar que cada centavo que recibe el gobierno se dedica íntegramente a servir al pueblo.
Estas medidas de control se van a profundizar, y nada ni nadie nos va a desviar de ese rumbo.
Por tanto, solo después de haber dado ejemplo y con la autoridad moral que nos permiten nuestros actos, decidimos hacer llegar al Congreso una reforma tributaria, que consideramos impostergable y que nos permitirá cumplir con 4 objetivos fundamentales para el país.
El primer de ellos es hacer justicia. Es decir, lograr que paguen más los que están en capacidad de hacerlo y que esos ingresos contribuyan al desarrollo de quienes menos tienen. Es, por tanto, una herramienta para combatir la desigualdad, que sigue siendo un gran obstáculo para nuestro crecimiento.
El segundo objetivo es combatir la evasión y el contrabando.
Nuestro país, y por lo tanto nuestro pueblo, pierden millones de pesos anualmente a causa de estas prácticas fraudulentas.
Por eso, debemos trabajar con firmeza y determinación para hacer que todos cumplan con sus obligaciones.
El tercer objetivo es estimular la formalización de amplios sectores de la economía.
Debemos incorporar a miles de microempresarios, trabajadores informales y profesionales independientes a la economía formal. Esto fortalecerá nuestro tejido empresarial, las oportunidades y beneficios de nuestros emprendedores y la competitividad de nuestra economía, al tiempo que garantiza el acceso a la seguridad social para ese sector.
Y el cuarto objetivo y, más importante para nuestro gobierno, es cumplir con las metas de desarrollo del país. Es decir, dar respuesta a las necesidades del pueblo dominicano.
Hacer a nuestro país más fuerte y a nuestra gente más feliz.
Soy consciente de que esta reforma puede traer algunos sacrificios temporales.
Pero sus buenos resultados serán permanentes.
Después del primer trago amargo quedará el dulce sabor de más empleo, de mejor salud y de educación de calidad.
Quedará el dulce sabor de la justicia social, de la disminución de la pobreza y, sobre todo, la saludable sensación de que todos, en esta República, tienen los mismos derechos y los mismos deberes.
Sé que los ciudadanos y ciudadanas, especialmente los jóvenes, tienen razones sobradas para desconfiar de la clase política en general.
Solo les pido un poco de paciencia, para ganar con los hechos la confianza de ustedes.
Dominicanos y dominicanas,
Tengo el placer de decirles que pocos gobiernos han podido mostrar, en algo más de tres meses, una lista de promesas cumplidas tan extensa como la que, hoy, tengo la oportunidad de presentarles.
Digo esto con firmeza y convicción, pero también con humildad.
Porque sé que aún es poco, y que hay mucho por hacer.
Durante la campaña prometí que las personas estarían en el centro de todas nuestras políticas.
Por seguir esta ruta, comenzamos nuestro gobierno dando prioridad a una de las principales demandas de la sociedad dominicana:
La educación.
No solamente haremos realidad el 4% para la educación preuniversitaria, sino que hemos asumido también el compromiso de impulsar la educación superior como nunca antes.
En el otro extremo, beneficiando a los que más nos necesitan, se ha puesto en marcha el plan Quisqueya Aprende Contigo, que va a hacer que nuestro país esté libre de analfabetismo en los próximos 2 años.
Qué hermoso es saber que todo el país está unido en favor de esta lucha!
Qué maravilloso es ver que sectores que parecían irreconciliables están trabajando de la mano!
Ya contamos con más de 6,000 voluntarios y 124 organizaciones involucradas.
Los primeros grupos de alfabetización comenzarán sus clases el próximo 7 de enero.
Además, me complace informarles que en 2013 serán otorgadas 29,000 becas a nivel nacional y 2,000 becas internacionales.
Con nuestra mirada puesta siempre en la reducción de la pobreza y la desigualdad, otra de mis primeras decisiones fue darle un mayor protagonismo y coordinación a los programas sociales del gobierno.
Integramos los programas Solidaridad y Progresando, haciendo surgir el macro-programa Progresando con Solidaridad, con el objetivo central de sacar de la pobreza extrema a más de 800,000 familias.
A los escépticos, a los descreídos, a los derrotistas, les digo:
Nuestro país va a avanzar hacia esa meta!
Y para lograrlo comenzaremos en el año 2013 incorporando 45,000 nuevas familias al programa.
No es el capricho de un gobernante, sino el deseo de todo un pueblo!
Y una necesidad vital de un país que quiere ser cada vez más moderno y más humano.
Para eso, creamos también el plan Quisqueya sin Miseria, con el propósito de superar el enfoque asistencialista en las políticas sociales y avanzar hacía un nuevo modelo, que permita a las personas desarrollar sus capacidades y romper así, de forma definitiva, el círculo de la pobreza y la exclusión.
Estamos decididos a crear oportunidades de empleo y desarrollo, especialmente en nuestras áreas rurales y ya lo hemos demostrado.
Recientemente, por dar solo un ejemplo, otorgamos 60 millones de pesos de financiamiento a los productores de jengibre orgánico, del municipio de Bayaguana en la provincia Monte Plata.
Solo con esta iniciativa garantizamos que 400 familias saldrán de la pobreza, porque contarán con ingresos al final del año 2013 de aproximadamente 1 millón de pesos al año.
Y lo mismo vamos a hacer con los productores de pimienta de la cooperativa Mamá Tingó de Sierra Prieta en Yamasá, provincia Monte Plata y las mujeres criadoras de peces de Galván, en la provincia Bahoruco.
No les quepa duda.
Vamos a apoyar todas las cooperativas de producción solidarias en todo lo largo y ancho del país para elevar las condiciones de vida de nuestra gente del campo.
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