¡¡¡Segundo grupo: Taveras, Manny y Tejada!!!”. Es la voz de un entusiasta Luis Polonia mientras dirigía la sesión de bateo de las Águilas antes de un partido en el estadio Quisqueya. Ahora como coach del difícil arte de batear pone todos sus conocimientos a prueba. Se mueve de un lado a otro y se mantiene atento a cada swing que hacen los jugadores del club cibaeño .
Poco a poco el “Rey del Hit” en la Liga Dominicana (927) ha comenzado a gustarle su nueva función, que como todos saben aceptó a regañadientes un par de años después que el alto mando aguilucho se la ofreciera .
“Ha sido difícil, pero me estoy adaptando rápido”, confiesa Polonia, quien todavía, a los 49 años, siente el deseo de estar dentro de las líneas de cal .
“A veces llegan unos turnitos que digo ‘este es el turno mío’, pero es divertido, les hablo a los muchachos sobre lo que tienen que hacer y cuando veo que ejecutan me siento como si fuera yo”, expresó mientras observaba con ojo clínico a Oscar Taveras practicando en la jaula de bateo .
El aspecto que más trabajo le ha dado como instructor de bateo ha sido cambiar los malos hábitos adoptados por los jóvenes jugadores, principalmente .
Cada caso es diferente y debe ser tratado de manera individual. Todos suelen poner resistencia para acostumbrarse a lo nuevo que se les sugiere, aunque eso sea lo que les llevará a un nivel superior como bateadores .
Mejoría Francisco Peña Ha puesto especial atención a Francisco Peña, un bateador de por vida de .211 en los primeros 96 partidos y 227 turnos que tuvo en sus primeras cuatro campañas en la liga. Peña ha dado notables muestras de mejoría aunque el .244 que ahora presenta no impresiona a nadie .
“Francisco ha mejorado mucho, sobre todo cuando tiene corredores en bases .
Él los trae como quiera”, resalta sobre el hijo menor de Tony Peña, quien le ha dedicado largas horas de trabajo y también ha tenido mucho que ver con su progreso.
Polonia explica su labor con bateadores
Explica que a Francisco, de 23 años y quien coincidencialmente nació un 12 de octubre, igual que él, ha tenido que corregirle la tendencia de irse adelante a buscar el pitcheo, en lugar de esperarlo atrás. También que a menudo quiere llevar a la fuerza la pelota hacia el prado derecho.
Explica que a Francisco, de 23 años y quien coincidencialmente nació un 12 de octubre, igual que él, ha tenido que corregirle la tendencia de irse adelante a buscar el pitcheo, en lugar de esperarlo atrás. También que a menudo quiere llevar a la fuerza la pelota hacia el prado derecho.
“Ahora él reconoce cuando se le va adelante. Eso no lo hacía antes”, apunta sobre esa buena señal dada por la joven máscara aguilucha, quien, además, ha dado tres jonrones y remolcado 15 carreras en 29 juegos.
Sobre Juan Carlos Pérez apunta que se queda muy parado cuando quiere dirigir la bola hacia la banda derecha “y el pie de atrás, entonces, le queda bailando”.
Extrañamente, lo más fácil que ha tenido en su nuevo oficio ha sido trabajar con Manny Ramírez, uno de los mejores bateadores derechos de la historia en las Mayores, y con Miguel Tejada, a quien conoce como la palma de su mano porque lo ha tenido como compañero mucho tiempo en el equipo.
“Trabajar con ellos es más fácil porque me preguntan ‘qué viste mal’ ”, indica. Sobre “la Guagua” apunta que tiende a dejar el bate muy detrás (“en el pescuezo”), se abre un poquito y las manos no le salen bien cuando ejecuta el swing.
“Él siempre trabaja conmigo en las manos, que las dejo muy atrás”, corrobora Tejada, quien ha rebotado de la actuación por debajo que tuvo con las Águilas en la parte final de la pasada temporada y está luciendo casi igual que en sus mejores tiempos.
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