NUEVA YORK._ En una reciente nueva confesión matizada por alucinaciones e incoherencias mentales, el supuesto terrorista dominicano José Pimentel les dijo a los investigadores que "desde niño me seguían las brujas y los espíritus", según se revela en documentos de la corte obtenidos por el The New York Times. Pimentel de 28 años de edad y arrestado el año pasado por agentes policiales de Nueva York, pero cuyo caso fue descartado por el FBI por considerar que se trata de un hombre que alucina, dijo en un interrogatorio
con investigadores de la Fuerza de Tarea Conjunta anti Terrorista que "las brujas y los espíritus" dejaron de perseguirlo cuando se convirtió al Islam, aunque se quejó de que no podía a una mezquita de Manhattan a orar frecuentemente, porque su madre sólo le daba $2 dólares diarios, que no le alcanzaban para el transporte y no podía caminar mucho.
El dominicano está acusado con cargos de "terrorismo de estado" y las autoridades le imputan haber fabricado "bombas" caseras en codos de tubos de metal y con bombillitos navideños de los que se venden en tiendas de 99 centavos.
Los casos de terrorismo convincentes son siempre procesados en las cortes federales, pero en la situación de Pimentel, fue la policía de la ciudad y el alcalde Michael Bloomberg, quienes tomaron el protagonismo ante el rechazo del FBI.
Los documentos, sostiene el New York Times, indican que Pimentel fue también interrogado por agentes federales en un cuartel de Harlem, lo que indica que el gobierno tuvo un grado mayor de participación en las investigaciones que el que se conocía hasta ahora, al menos en la primera etapa de las indagatorias.
Pimentel fue infiltrado por un agente encubierto que le dijo que iba a hacer una bomba atómica, "como la que había hecho Albert Einstein" a lo que el dominicano le respondió que no tenía que llegar a esa locura.
Cuando el encubierto le pidió que fabricaran bombas, Pimentel le replicó que "construye pequeñas bombas que pueden ser utilizadas en pequeñas áreas y que también hacen daño al gobierno".
El presunto terrorista dominicano conminó al informante a que como el primero vive con su esposa que tomara la iniciativa de hacer las bombas en su casa. "Yo, no puedo hacer las bombas porque vivo con mis padres", añadía Pimentel, según se escucha en cientos de horas de grabaciones hechas por los investigadores.
"Tú puedes hacer tus propias bombas, ya sabes...", agregaba Pimentel en las conversaciones con el informante.
Lori Cohen, abogada de Pimentel dijo que la totalidad de los audios muestran que su defendido no hizo nada sin la intervención del informante del gobierno.
La detención de Pimentel fue el resultado de una operación encubierta en la que participaron dos agentes encubiertos de la División de Inteligencia de la policía entre el 2009 y el 2011.
Vecinos de Pimentel en el edificio del Alto Manhattan donde residía el dominicano, lo describen como una figura un tanto aletargada que era visto a menudo sentado en un banco, con la mirada en blanco, perdida durante horas.
Se convirtió al Islam en el 2004 y asistía a una mezquita de la calle 96.
Según los investigadores, el dominicano, segundo de su país en ser apresado como sospechoso de terrorismo, comenzó en agosto del 2009 a trazar su plan, pero la muerte del líder de Al Qaeda Anwar al- Awlaki, aceleró el complot y Pimentel fue arrestado cuando estaba a punto de armar tres de las bombas que fabricó.
La acusación sostiene que el dominicano también había planeado poner a prueba su habilidad de estallar las bombas en buzones de detonación, antes de comenzar a instalar los explosivos en diferentes puntos de la ciudad, incluyendo los cuarteles 30, 33 y 34 que operan en el Oeste de Harlem y el Alto Manhattan, añadió Kelly.
“Pimentel quería asesinar soldados del ejército de los Estados Unidos que han regresado de las guerras de Irak y Afganistán, explotar oficinas de correos en el Alto Manhattan, carros patrulleros de la policía con oficiales dentro y hasta una estación policial en la ciudad de Bayone en New Jersey”, dijo el comisionado de la policía Raymond Kelly.
Aclaró el jefe policial que como Pimentel no era parte de una conspiración, no tenía contactos conocidos en el extranjero, por lo que el alcalde lo calificó como “un lobo solitario”.
Las autoridades explicaron que el terrorista dominicano hacía comentarios con familiares y allegados sobre su posición islámica e incluso, en memoria de sus “héroes”, una vez quiso cambiarse el nombre por el de Osama Huseein en referencia a los asesinados Osama bin Laden (fundador de Al Qaeda) y Saddam Hussein, el ex dictador de Irak.
Kelly añadió que Pimentel tenía el propósito de que el mundo supiera que en Nueva York podía iniciar su “guerra santa”, mientras en otras partes se lucha contra Occidente. Pimentel estaba planeando viajar a Yemen donde quería entrenarse y luego convertirse en un “mártir” de la “yihad” o guerra santa islámica. La investigación acerca del dominicano, explicaba el comisionado Kelly, comenzó en el 2009 a través de averiguaciones en la red del Escuadrón de Inteligencia Anti Terrorista de la uniformada y desde entonces las autoridades comenzaron a vigilarlo y seguirlo.
En enero del 2010, Pimentel abrió un sitio web titulado www.trueislam1.com en el que difundía cómo fabricar bombas con instrucciones tomadas de “Inspire”, la revista en inglés portavoz de Al Qaeda y su rama terrorista en Yemen. En medio de las investigaciones, el dominicano comenzó a hacer confesiones incriminatorias a un informante encubierto y las conversaciones fueron grabadas.
Las bombas, comenzó a fabricarles en octubre del 2011 para lo que compró materiales en una tienda “Home Depot” situada en un mall (centro comercial) de la calle 149 en El Bronx, cerca del estadio de los Yankees y especializada en el área de construcción y el hogar. También compraba en una tienda de 99 centavos los bombillitos.
Adquirió en esos establecimientos un reloj, los codos para los tubos y luces navideñas, elementos que usó en la fabricación de las bombas. Luego de hacer las compras, informaba al confidente policial, los avances de su trabajo y a veces, hasta seguía haciendo los explosivos en el apartamento del informante, según el expediente.
Horas antes de su arresto, una conversación entre Pimentel y el informante en la que el primero le explicaba al encubierto cómo hacer los agujeros en los tres tubos, le fue grabada y horas más tarde, oficiales de la Brigada Anti Explosivos, incursionaron en un apartamento de la calle 147, donde el dominicano fue arrestado.
El dominicano vivía con un tío en la calle 137.
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