Un pasajero de la ciudad siberiana de Bratsk que viajaba en un tren hacia el Lejano Oriente de Rusia salió a fumar en un vestíbulo pero confundió las puertas y se cayó del tren.
El hombre quedó expuesto a temperaturas de 40 grados bajo cero rodeado de taiga con una camiseta, pantalones de chándal y zapatillas como única vestimenta.
Pese a lo crítico de su situación, el pasajero logró orientarse y cubrió a pie una distancia de 7 kilómetros hasta la estación más cercana, donde recibió atención médica.
“Él salió al vestíbulo a fumar [...] confundió la puerta y abrió un portón trasero de un vestíbulo fuera de servicio que, por razones desconocidas, no estaba cerrado”, dijo el departamento de transporte del Ministerio del Interior local.
“La policía tiene que averiguar si lo que sucedió fue un accidente o una negligencia del encargado del vagón que olvidó cerrar la puerta”, informó la policía.
Medios locales informan que el hombre, de 42 años, resultó ser un chófer que trabaja en un sistema por turnos en el Lejano Oriente de Rusia. “Se siente bien, ya ha comenzado a trabajar, y no ha sufrido ningún daño físico. Sin duda, se asustó mucho, pero superó el shock”, dice su empleador.
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