“Yo no esperaba que su boca estuvise cubierta de plata”, dijo su madre Alecia White.
Ahora la mamá dice que es muy difícil escuchar las quejas de su hija que diariamente se queja: “Mamá no me gusta mis dientes”.
Según los especialistas, los dientes de la nena estaban tan dañados que el dentista no tuvo alternativa que cubrirlos con fundas.
La pregunta es: ¿ Debió el dentista comunicarle a la madre el tratamiento al que Savannah White necesitaba someterse antes de hacerlo?
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