MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU.- Barack Obama empezó este lunes en Minneapolis su tour por el país para convencer a la opinión pública y al Congreso de la necesidad del control de armas.
Eligió la ciudad más poblada de Minnesota porque es un modelo en la reducción del crimen juvenil y está en un estado de cazadores donde hasta su gobernador demócrata defiende el derecho de la tenencia de armas sin límites.
Rodeado de policías y con voz suave, el presidente dio un discurso en defensa de medidas que aún siguen siendo impopulares en la mayoría del país. Lo presentó la jefa de policía, que recordó el asesinato de un niño.
"Tal vez no podamos prevenir cada masacre... No hay ninguna ley ni grupo de leyes que vayan a hacer que nuestros hijos estén completamente seguros, pero si hay algo que podamos hacer debemos intentarlo", dijo el presidente, que pidió que se tenga en cuenta la opinión de los policías que están "en la primera línea".
Votos en contra Tras la masacre del colegio de Newtown, Obama propuso nuevos controles en el historial criminal de los compradores de armas, límites en las recargas automáticas de munición o la prohibición de rifles militares de asalto. Para la mayoría de las medidas más relevantes necesita la aprobación del Congreso.
Por ello, el presidente pidió a los ciudadanos que presionen a los congresistas sobre las medidas concretas, como el control del historial delictivo de los compradores. "Decidles que no hay ninguna legislación para eliminar todas las pistolas", dijo Obama, que insistió varias veces en la urgencia de las medidas que él mismo no intentó defender en su primer mandato. "No vamos a esperar hasta el siguiente Newtown... No vamos a esperar hasta que otro padre u otro hijo de alguien sean asesinados", dijo.
"El cambio real necesita que el Congreso haga algo y lo haga pronto", pidió Obama, que insistió en que pese a la publicidad del debate sobre las armas "no se ha hecho nada todavía". Y que los cambios dependen en buena medida de la opinión pública. "La única manera de cambiar es si los americanos dicen que esta vez tiene que ser diferente", dijo el presidente.
El Senado empezará a discutir nueva legislación en las próximas semanas, incluida la destinada a pedir controles obligatorios del historial delictivo y las enfermedades mentales de los compradores de armas en todo el país.
Harry Reid, el demócrata que preside el Senado, es propietario de armas y está a favor de la mayoría de los controles, aunque, por ejemplo, no respalda la prohibición de los rifles de asalto que defiende la Casa Blanca. Reid dejará que su colega de California, Dianne Feinstein, proponga también ese veto, que tiene pocas posibilidades de lograr los votos necesarios.
En la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, la aprobación de nuevos controles será aún más difícil.
Para Obama, la cruzada es ahora personal. En el discurso de este lunes se volvió a emocionar al mencionar lo duro que es hablar con los padres de los niños asesinados en Newtown. "Te cambia. Ya no eres el mismo después", dijo.
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