En la mañana de hoy como muchos de ustedes saben, el periodista Abel Rojas vocero de la DNCD, tuvo un evento de salud que lo llevó a ser internado en cuidados intensivos del Centro Médico Cibao, lo que generó un alto interés por todos los medios de comunicación tanto locales como nacionales.
Muchos comunicadores y periodistas se presentaron a la clínica donde es atendido el colega Rojas, haciendo el ejercicio correcto de investigar antes de informar a la población lo acontecido con el apreciado periodista.
La información que logramos obtener en cuanto a la salud del compañero, es que le fue realizada un (TAC) Tomografía Axial Computarizada con el propósito de confirmar o rechazar las sospechas que tenían los médicos que les atienden de que habría sufrido un derrame cerebral.
Afortunadamente lo resultados del TAC indican que no hubo tal episodio, y que no se refleja ningún derrame inter-cerebral. De acuerdo con el diagnostico del Dr. Johnny Cabrera lo que afectó al periodista Abel Rojas pudo haber sido una Descompensación Diabética.
Los médicos nos informaron que sedaron al paciente y lo entubaron para ayudarlo en su cuadro clínico delicado.
De acuerdo a la versión de los familiares de Abel Rojas, entre ellos su hermana Saturnina Rojas, el periodista un poco antes de las 7:00 de la mañana llamó a su esposa para pedirle ayuda porque estaba muy mal, por lo que esta llamó a Saturnina para que lo socorriera, al llegar a la casa encontraron todo cerrado por lo que fue necesario que un sobrino volara la cerca para penetrar a la casa, ya adentro Abel le informó a sus familiares que le habían robado sus armas, lo que al parecer desató la confusión.
Excepto por un golpe que tiene en la frente, el cual según versiones se le ocasionó a su llegada a la clínica al caer de la camilla, Abel Rojas no presenta ningún signo de violencia física, por lo que nos ha sorprendido ver como varios medios digitales, algunos dirigidos por “profesionales del periodismo”, han publicado una supuesta paliza por parte de los delincuentes.
Aun cuando los médicos tenían las sospechas de que podía tratarse de un derrame cerebral, nunca informaron que se tratara de eso, sino hasta después de realizar los estudios pertinentes, es decir esos profesionales no se toman el riesgo de decir algo de lo que ellos no están seguros, investigan hasta el fondo para poder decir la verdad.
Un lamentable contraste con las infamaciones que inundaron los medios de Santiago y el país. Qué pena, así no vamos bien, no.
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