02 mayo 2013

[SANTIAGO] Menor de 17 años agredida con cuchillo y navaja ¿Y los agresores? Bien, gracias


Miguelina Morel Toribio apenas tiene 17 años, pero ya conoció con dolor interminable las consecuencias de la violencia. Su rostro, pecho y brazos fueron acuchillados y navajeados por tres mujeres, mientras un hombre la pateaba en el rostro en un colmado de la calle 2 del ensanche Bermúdez, en Santiago.
El horrendo hecho ocurrió la tarde del martes 30 de abril, y gracias a la intervención del tío de la menor, Martín Durán, los agresores no le hicieron más daño. Ese mismo día, la Policía Nacional detuvo a Ada Mata, una de las mujeres agresoras, pero horas después fue dejada en libertad sin explicación alguna.
El caso fue manejado por la ayudante fiscal, magistrada Joanna García Rivas, pero cuando ésta envió a buscar a la detenida para interrogarla, ¡vaya sorpresa! Ya la Policía la había liberado, y los demás agresores -Dessiré o “Deo”, Cristina, “La Cristi” y “Tito”- nunca estuvieron presos.
El médico legista forense, Eliel Rosario Suárez, certificó a través del reconocimiento 2,068-13 que Miguelina presenta varias excoriaciones, y la Real Academia Española define excoriar de la siguiente forma: “Gastar o arrancar el cutis o el epitelio, quedando la carne descubierta”.
Excoriación lineal de región frontal
Dos (2) excoriaciones lineales en región infra-orbitaria derecha.
Excoriación lineal región superior mama derecha.
Herida cortante en la región anterior del tórax de 12 centímetros.
Herida cortante de 13 centímetros en región anterior del cuello.
Excoriación tipo arrastre en región posterior de hombro izquierdo.
Dos (2) heridas cortantes de 4 por 5 centímetros en la hemicara derecha.
Herida cortante de 5 centímetros en región anterior del cuello.
Todos estos daños le habrían sido causados a la menor por “celos”. Ella fue atendida en el hospital infantil Dr. Arturo Grullón y allí el médico legista estimó que la joven tendrá incapacidad por 21 días. Sin embargo, y ¿los daños psicológicos? Lamentablemente la menor no fue referida a terapia psicológica.
“Yo quiero justicia, yo quiero que esta gente esté presa, porque ellos se burlaron y me mandaron amenazas”, dijo el padre de Miguelina, Marco Antonio Morel, quien explicó que “Tito”, uno de los agresores, tiene un punto de drogas en una cancha del barrio y le ha enviado amenazas.

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