Un estudio realizado por las Naciones Unidas revela que el aborto de fetos de sexo femenino es cada vez más frecuente en Europa –y no solamente en los países balcánicos– porque las parejas prefieren tener hijos varones. Un elemento que facilita el aborto selectivo de los fetos de sexo femenino es el avance médico-tecnológico: los médicos pueden determinar el sexo de un feto a partir de la 14ª semana de embarazo.
El nacimiento de 105 varones por cada 100 niñas es considerado por los demógrafos como una proporción “normal”, porque los bebés y niños de sexo masculino presentan una tasa de mortalidad mayor que termina equilibrando el número de hombres y mujeres en una región determinada. Estos son los cálculos tomados como referencia en un estudio publicado recientemente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se denuncia el aborto de fetos de sexo femenino como una tendencia creciente en Europa.
En Albania, por ejemplo, nacen 112 varones por cada cien niñas; en Kosovo y Montenegro nacen 110 y 109 varones, respectivamente. Los expertos atribuyen esta asimetría a las estructuras familiares arcaicas que predominan en estos países, en donde los niños de sexo masculino son percibidos como perpetuadores de la familia y sus tradiciones, y las mujeres abandonan el clan en cuanto se casan. Esta tendencia se está extendiendo por toda Europa.
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