China se ha volcado para dar su apoyo total al nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, de un infarto el sábado pasado, a los 69 años. Liu Weimin, portavoz de Exteriores, ha asegurado hoy que Pekín da la bienvenida a una visita de Kim Jong-un “en cualquier momento que sea conveniente para ambas partes”. Las palabras siguen a las condolencias enviadas a Pyongyang el lunes a las pocas horas de que la televisión estatal norcoreana informara del fallecimiento. El Gobierno chino dijo que se encontraba “afligido” por la muerte del dirigente, calificó a Kim de “gran líder”, que realizó “importantes contribuciones” a las relaciones con China, y afirmó que confiaba en que “el pueblo norcoreano sea capaz de transformar su angustia en fuerza y unirse”.
Una muestra de la determinación china de mantener la estabilidad en la zona y proteger sus intereses en este periodo de transición en el país vecino ha sido la visita realizada por el presidente chino, Hu Jintao, esta mañana a la embajada de Corea del Norte en Pekín para ofrecer su pésame, un gesto no habitual para el máximo líder de China.
Liu ha afirmado también que Pekín, Washington y Seúl han acordado colaborar para mantener la estabilidad en la península coreana, una de las regiones con mayor riesgo de conflicto atómico del mundo. Los intercambios diplomáticos se han acelerado, en medio de la incertidumbre generada por la muerte del llamado Querido Líder en su país. El ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, ha conversado hoy por teléfono con su homólogo surcoreano, Kim Sung-hwan, y con la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, con quienes se ha mostrado de acuerdo en la importancia de salvaguardar la paz y la estabilidad en la zona, según ha señalado Liu. “China tiene la intención de continuar esforzándose con todas las partes para alcanzar la paz y la estabilidad en la península coreana”, y Corea del Sur yEstados Unidos “desean mantener estrechas coordinación y comunicación con el lado chino”, ha dicho el portavoz.
Pekín es el mayor aliado de Pyongyang, y, según los analistas, reforzará probablemente su apoyo al empobrecido vecino, en un intento de evitar una lucha de poderes desestabilizadora, que podría provocar un flujo de refugiados hacia su territorio.
Clinton ha querido trasladar también un mensaje de esperanza. En un comunicado difundido el lunes a última hora, la Secretaria de Estado afirmó que Estados Unidos confía en que la nueva cúpula dirigente del país asiático “escoja guiar su nación por la senda de la paz, cumpla los compromisos adquiridos por Corea del Norte, mejore las relaciones con sus vecinos, y respete los derechos de su pueblo”. “Estamos profundamente preocupados por el bienestar del pueblo norcoreano y nuestros pensamientos y las oraciones están con ellos en estos tiempos difíciles”.
Estados Unidos ha pedido una transición de poder “pacífica y estable” en el Norte y ha asegurado que le gustaría tener mejores relaciones con su gente tras la muerte de Kim Jong-il.
Por su parte, Corea del Sur, ha enviado hoy finalmente sus condolencias al pueblo norcoreano, a pesar de las tensas relaciones que mantienen los dos vecinos. Sin embargo, Seúl ha asegurado que no enviará una delegación al funeral de Kim Jong-il, previsto para el 28 de diciembre. Pyongyang había advertido anteriormente, en cualquier caso, que no recibirá representantes extranjeros. Quienes sí podrán asistir son las familias del fallecido presidente de Corea del Sur Kim Dae-jung y del expresidente del grupo industrial surcoreano Hyundai Chung Mong-hun. Kim Dae-jung y Kim Jong-il mantuvieron la primera cumbre Norte-Sur en 2000, mientras que Hyundai fue pionero en los intercambios económicos transfronterizos entre ambos países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario