Y es que después de caer en casa el pasado lunes contra los Hawks de Atlanta, el equipo de Erik Spoelstra se ha resarcido, ganando el siguiente encuentro contra los Pacers de Indiana, devolviéndole la moneda a los Hawks en Atlanta y finalmente venciendo a los Nets en Nueva Jersey.
Lo interesante del caso es que el Heat ha ganado estos últimos juegos sin su estrella Dwyane Wade, quien se recupera de una contunsión en su pie izquierdo e incluso en Atlanta tampoco jugó LeBron James, en un partido donde logró una victoria épica, gracias a un enorme Chris Bosh.
En este encuentro Bosh se echó literalmente el equipo al hombro, empatando el choque 93-93 con un triple que incendió a la Philips Arena, el jueves, demostrando que sin dudas es uno de los Tres Grandes.
El sábado, James volvió ante los Nets y con un bestial ataque en el primer cuarto (22 puntos) lideró al conjunto de la Capital del Sol, que vuelve a ser el rey de la carretera con un récord de 5-0.
Lo curioso es que ya nadie se acuerda de la famosa defensa en zona de Atlanta. Al Heat hasta le vino bien, ya que los jugadores vieron lo que fallaba e hicieron los ajustes necesarios”, para superar a su rivales.
“No se ve ansiedad en la zona, nuestro nivel de comodidad ha crecido”, dijo Spoelstra. “Ahora nos gusta ver la zona. Queremos ver la zona. Queremos mejorar en ella”.
Esta semana el equipo de Miami continúa su viaje, ahora por el Oeste enfrentado el martes a Golden State, el miércoles a Los Angeles Clippers y cierra la gira el viernes en Denver. Tres encuentros en el mismo horario (10:30 p.m., hora del Este) contra tres rivales que se las traen.
Luego regresan a casa para jugar cinco en fila. El primero ante los Spurs el 17 de enero y el segundo ante los Lakers dos días después.
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