Dicho y hecho. Privados del tanque anotador Michael Beasley y del base-bujía J. J. Barea, los Wolves mordieron a los pobres
Wizards mecidos por la mano de Ricky, que dominó tiempo y espacio: entró en pista a 1:30 del fin del primer cuarto y su primer acierto en el tiro arrancó la escapada de los Wolves a lomos de un parcial de 2-17 y ante John Wall.Al descanso era 34-48 para Minnesota. Cuando se acabó, Ricky Rubio había firmado 13 puntos (5/14 en el tiro), 14 asistencias (doble doble) y seis rebotes en 30:27 de acción: fue el cuarto jugador más utilizado por Adelman. Para Kevin Love, 20 puntos y 16 rebotes. Las 14 asistencias son récord personal de Ricky en la NBA. "Rubio controló el juego" se apresuraron a contar los medios en Washington D. C. y Minnesota. Los Raptors de Calderón, el tercer mejor pasador de la NBA, esperan hoy a los Wolves. Y en Toronto todos quieren ver a Ricky Rubio, ese pasador fancy: alucinante, gracioso, maravilloso.
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