NUEVA YORK._ Varios dominicanos, entre ellos una mujer, son activamente buscados por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) por distintos crímenes cometidos en diferentes estados que van desde promover la prostitución, proteger inmigrantes indocumentados,
estafas, narcotráfico y otros. La agencia federal mantiene en su página web los perfiles de los fugitivos criollos, algunos de los cuales figuran entre los más buscados y los investigadores creen que varios de ellos se esconden en la República Dominicana. Entre los prófugos del FBI figuran Emerson Daniel Guzmán (a) José Daniel, a quien los federales acusan de participar en organizaciones de narcotraficantes que distribuyeron importantes cantidades de drogas y se le califica como un “capo” de una banda de narcos con base en el Alto Manhattan.
Se le responsabiliza por el transporte y distribución de cientos de kilos de cocaína en el área de Nueva York. Los federales vinculan a Guzmán con el Cartel del Golfo de México que opera desde Reynosa, organización que suplía a Guzmán de la droga.
El informe explica que el dominicano fugitivo operaba grandes cantidades de cocaína desde Atlanta (Georgia) a Nueva York y es un prófugo desde agosto del 2007, siendo acusado en la Corte Federal del Distrito Sur el 14 de ese mismo mes y año.
“Es considerado armado y peligroso”, sostiene el FBI. Guzmán nació el 25 de marzo de 1972 en la República Dominicana.
Miguel (Poll) Molina (a) Roberto Vázquez, Roberto Peraza y Miguel Molina Cuesta, nacido un 11 de julio de 1960 en República Dominicana, también es buscado por su vinculación en una banda de narcotráfico que operaba en el estado de Massachusetts y desde el 2002 fue acusado por un Gran Jurado Federal.
Fue detenido durante una investigación iniciada en el 2001 encabezada por varias agencias que desarticularon la “Organización Cepeda”, liderada por otro capo dominicano y que distribuía cientos de kilos en el mismo estado.
A Molina se le acusa de distribuir entre 2 a 4 kilos a la semana de heroína, entre 5 y 10 kilogramos de cocaína y aproximadamente entre 20.000 a 30.000 pastillas de éxtasis en Massachusetts.
Varios otros miembros del grupo criminal fueron arrestados y condenados a largas penas de cárcel, pero Molina logró evadir la justicia hasta ahora y sigue prófugo, según el FBI.
Una orden federal de arresto fue emitida el 2 de agosto del 2002 en su contra. Los federales dicen que la “Organización Cepeda” tenía base en la ciudad de Lynn (Massachusetts) y comenzó a operar desde 1990 hasta el 2002.
Eddy Vázquez es otro criollo en la lista de prófugos del FBI y se le acusa de participar en una banda que secuestraba en prostíbulos de La Florida a jóvenes indocumentadas que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos por coyotes desde México.
Vázquez y su madre Amparo Hernández Montás (Iris) huyeron desde el 2005 a la República Dominicana, donde todavía pudieran estar escondidos. Ella está sindicada como la jefa del negocio.
El agente especial James Roncinske, jefe de la División de Campo del FBI en Tampa, señaló en el comunicado que la señora Hernández Montás, era la principal responsable de operar los burdeles en los que mantenía a docenas de mujeres prostituyéndose, luego de estas haber sido pasadas desde México a través de la frontera por los “coyotes” a quienes les adeudaban miles de dólares.
La dominicana forzaba a las ilegales a prostituirse para cobrarles los pagos acordados con los traficantes de personas, añade el FBI.
Además de promover y negociar con la prostitución la madre dominicana y su hijo, están acusados de albergar inmigrantes ilegales, entre otros cargos. “La madre y su hijo huyeron a la República Dominicana, su país natal, donde todavía pudieran estar escondidos al día de hoy”, añade el jefe de división del FBI.
Los federales están desde el 2005 a la caza de Amparo Altagracia Hernández Montás y su cómplice Eddy Vázquez, quienes según la acusación, se dedicaban a reclutar inmigrantes indocumentados en La Florida y a las mujeres las obligaban a prostituirse para que les pagaran los costos de vivienda, ropas y comidas.
El expediente acusa además a Hernández Montás y Vázquez de fuga para evadir enjuiciamiento en una corte federal de La Florida. La información del FBI sostiene que ambos operaban varios burdeles en el Suroeste de Florida en los que mantenían a las mujeres indocumentadas que estaban en deuda con los coyotes que las transportaron desde México por la frontera.
Las autoridades dicen que la Oficina Federal de Investigaciones recibió información acerca de las operaciones ilegales de Hernández Montás y Vázquez, quienes pagaron las deudas de las ilegales y posteriormente se las hacían paga obligándolas a prostituirse.
Vázquez era quien manejaba las operaciones de los prostíbulos y recogía el dinero que le era entregado por los porteros de los burdeles.
Fueron acusados por un Gran Jurado Federal el 17 de agosto del 2005 en la corte del distrito de Fort Myers y fueron dejados en libertad con sendas fianzas, dentro de cuyas condiciones estaba la de chequearse periódicamente con un oficial de libertad provisional.
En vez de respetar el acuerdo, no regresaron nunca más a la corte ni a la supervisión, la que burlaron escapando a Nueva York o Massachusetts.
El 19 de septiembre de ese mismo año (2005) el oficial de libertad provisional fue notificado de Hernández Montás y Vázquez habían huido de la zona y el 22 de ese mismo mes, un juez federal emitió una orden de arresto contra ellos.
El FBI describe a la fugitiva como nativa de la República Dominicana, nacida el 30 de diciembre de 1960, rubia, ojos marrones, de raza blanca / hispana, midiendo 5´2 de altura y pesando al momento de la huida, unas 120 libras.
Era propietaria de un bar y un salón de belleza.
Usa los apodos de “Iris” por el que es más conocida entre familiares y allegados, “Ercilia Martínez”, “Mantis Amparo”, Ambero Mandas”, “Iris Cáceres” y “Amparo A. Montás”.
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