NUEVA YORK.- Seis dominicanos fueron acusados de estafar al Servicio de Rentas Internas estadounidense al adoptar la identidad de puertorriqueños y solicitar grandes sumas de dinero en devoluciones de impuestos.
La estafa supuso al menos cinco millones de dólares y la operación era manejada desde un apartamento del Bronx, informó este miércoles la Fiscalía de Nueva York.
Los imputados son José Angel Quilestorres, Miguel Cáceres y Felipe Durán Martínez, arrestados el miércoles, mientras que Ana Pimentel y Emil Mejía aún no han sido capturados y Juan Francisco Hernández se declaró culpable de la estafa en agosto.
Quilestorres, de 46 años, se dedicaba a obtener nombres, fechas de nacimiento y números del seguro social de puertorriqueños que después usaría en declaraciones de impuestos que enviaba al gobierno y en las que se solicitaban significativas cantidades de dinero en devoluciones fiscales.
Las autoridades creen que Quilestorres enviaba después los cheques de las devoluciones a direcciones que controlaba o en rutas de correo específicas asignadas a empleados del Servicio Postal que habían sido sobornados para identificar los cheques.
La investigación es una de las varias que se están llevando a cabo en la "Operación Mass Mail" dirigida por el Servicio de Rentas de Internas (conocido como IRS en inglés). Se desconoce el número exacto de identidades usadas porque la investigación de la operación continúa, dijo Greg Tranchina, portavoz del IRS, a The Associated Press.
Los cheques con las devoluciones, resultado de la estafa de Quilestorres, eran después cobrados por otras personas, incluidos Cáceres, Martínez, Pimentel y Mejía.
Hernández, de 29 años y residente de Nueva Jersey, llegó a ganar más de $2 millones a través de devoluciones fraudulentas, señaló la fiscalía. Los acusados enfrentan de dos a 15 años en prisión.
"Operaciones de estafa como ésta se han convertido en una epidemia, robando cientos de millones de dólares cada año de las cuentas del Servicio de Rentas Internas", dijo en un comunicado Preet Bharara, fiscal federal de Manhattan.
Agregó que "en un momento de grandes déficits y presupuestos gubernamentales cada vez más estrechos, perder estas ganancias es especialmente devastador y no será tolerado".
Muchos de los cheques que recibían los dominicanos eran enviados a direcciones de la población de Shirley, en el estado de Nueva York. Allí, un empleado del Servicio Postal fue recientemente acusado de robar correo que contenía cheques con devoluciones que eran resultado de estafas, dijo la fiscalía.
Los dominicanos han sido acusados de cargos como asociación delictiva para robar fondos del gobierno, robo de identidad y engaño a las autoridades.
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