Los dos jóvenes adultos que acudieron voluntariamente esta tarde a la Comandancia de Bayamón y que son investigados por el asesinato del ex boxeador Héctor "Macho" Camacho y su amigo Adrián Alberto Mojica Moreno, fueron dejados en libertad a eso de las 8:00 la noche.
Los abogados Lemuel Velilla y Julio González Nieves indicaron que los agentes investigadores les notificaron que la pesquisa sigue su curso. González Nieves, quien representa a Joshua Méndez Romero, explicó que al desconocer si su cliente es considerado sospechoso o no, decidió no permitir que contestara preguntas.
Velilla, quien representa a Jesús Naranjo Adorno, indicó que su cliente nunca fue entrevistado.
Minutos antes, el capitán Rafael Rosa, jefe del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Bayamón, no fue claro sobre si consideraban al dúo como sospechosos del doble asesinato.
"Están siendo entrevistados", se limitó a decir frente a la Comandancia de Bayamón. No se descarta que sean citados próximamente.
La Policía espera por los análisis que se hacen en el Instituto de Ciencias Forenses sobre la guagua Jeep Commander en la que viajaban los dos jóvenes en la noche de los hechos. Algunas de estas pruebas están diseñadas, por ejemplo, a detectar pólvora en el vehículo.
Naranjo Adorno, de 25 años, y Méndez Romero, de 21 años, llegaron cerca de las 5:00 p.m. a la Comandancia de Bayamón. Ambos aseguraron que no tienes vínculos con el doble asesinato ocurrido el martes pasado frente al negocio Azuquita en la carretera PR-167, también en Bayamón.
“Si estamos aquí enfrentando la Justicia es porque somos inocentes. Es todo lo que le queremos decir al pueblo de Puerto Rico y a ustedes que están aquí”, dijo Naranjo Adorno, al ser escoltado por agentes de la Policía hacia una oficina.
Velilla indicó que los jóvenes se enteraron a través la prensa de que eran sospechosos, y acudieron a su oficina para ponerse a disposición de las autoridades. El abogado insistió en la inocencia del dúo y, tras unas breves declaraciones a periodistas, los acompañó hasta la oficina de la División de Homicidios.
“El que no tiene hecha, no tiene sospecha. Están aquí voluntariamente”, dijo Velilla, al pedirle prudencia a los agentes para que los escoltaran sin presión hasta las oficinas donde serían entrevistados.
Naranjo Adorno y Méndez Romero llegaron a eso de las 4:00 p.m. a la oficina de Velilla, en Bayamón.
Naranjo Adorno relató a periodistas que, al momento del asesinato, se encontraba junto a Méndez Romero en la residencia de su madre en el caserío Jardines de Cataño, también conocido como el residencial Las Vegas. Cuando salieron del complejo de vivienda, a las 8:30 p.m., fueron interceptados por agentes de la Policía debido a una supuesta infracción a la Ley de Tránsito.
"A nosotros nos detuvieron. Me detuve normal.... me pidieron la licencia de la guagua, del vehículo, se la entrego. Luego, me piden que me bajara del vehículo, y me bajo normal porque no tenía nada que ocultar", narró Naranjo Adorno. "Yo entendí que todas las cosas (con la guagua) estaban al día. Estaba paranoico. Me dio miedo, y le dije que me sentía incómodo y que iba hacer una llamada", agregó.
Luego, Naranjo Adorno, quien era el conductor de la guagua Jeep Commander color gris, regresó al vehículo, y, a pesar de que ya había entregado todos los documentos, le dijo a los oficiales que regresaría a casa de su mamá, que lo siguieran. Según dijo, al llegar al residencial, vio a los policías con macanas.
"Me dio miedo otra vez y arranqué a correr", dijo. Su amigo hizo lo mismo. Naranjo Adorno afirmó que escuchó disparos, pero pensó que iban dirigidos hacia él.
"Quiero dar cara y enfrentar a la Justicia, pero no soy culpable de lo de Macho Camacho", insistió, al reconocer que si se escondía complicaría más las cosas.
Se supo que los Policías intervinieron con la guagua debido a que se cursó por el sistema de radio comunicaciones que una guagua con características similares había sido vista en la escena del crimen. Velilla rechazó que una guagua similar a la de su cliente fuera vista allí.
"Macho era como un primo"
Méndez Romero, residente en el sector Villa Olga en Toa Baja, comentó que conocía a Camacho porque la madre del exboxeador, María Matías, tiene una residencia en ese sector.
Méndez Romero cumple una probatoria por un caso de sustancias controladas, pero, como parte del acuerdo con la justicia, no tiene una restricción de movilidad.
"Macho se crió en Villa Olga, mi barrio. Macho era como un primo o un hermano y lo conocía desde chamaquito", dijo Méndez Romero, al asegurar que cuando la madre vea su rostro en los medios estará segura de que él no es responsable del doble asesinato.
Velilla adelantó que ambos jóvenes acudirían a la Comandancia de Bayamón como personas de interés y no como sospechosos. Dijo que Rosa, jefe del CIC de Bayamón, le indicó que solo quieren hablar con los jóvenes.
En la mañana, en una entrevista radiofónica (Radio Isla 1320), Rosa aseguró que la pesquisa está "bastante adelantada" y que las autoridades ya tienen una teoría sobre lo que ocurrió.
No obstante, el oficial rehusó ofrecer detalles sobre la investigación ni sobre lo que entienden que pudo haber propiciado el ataque a tiros.
Camacho, otrora triple campeón del boxeo, fue desconectado de las máquinas que lo mantenían con vida durante la madrugada del sábado, tras sufrir un paro cardíaco.
Especialistas en el Centro Médico en río Piedras lo habían declarado con muerte cerebral el jueves en la mañana, pero diferencias entre familiares lo mantuvieron conectado a respiradores mecánicos durante dos días adicionales.
Este martes, sus restos estarán expuestos en la cancha bajo techo del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), en Santurce, a partir de las 11:00 a.m.
Mojica Moreno fue sepultado durante el fin de semana.
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