Santiago. Ana Miguelina Fernández ha debido vivir una odisea. Se han mudado en cinco ocasiones huyendo de las amenazas y agresiones que ha sufrido de su expareja sentimental.Entre llantos narró que todo comenzó con violencia verbal y luego empujones. Era obligada a la fuerza a sostener relaciones sexuales y para colmo su verdugo también violó a las dos hijas que procrearon. Las golpizas propinadas le causaron problemas de los riñones. Los traumas dejados a sus dos hijas han llevado a que una de ellas le tema a los hombres y la otra está refugiada en los vicios.
La vida de Fernández es uno de los ejemplos traumáticos que han tenido que vivir muchas familias dominicanas, que ven cómo se destruye un matrimonio a consecuencia de la violencia intrafamiliar. Reveló que aunque lleva un tiempo separada de su pareja, aun vive amenazada.
“Lo más lamentable es que a pesar de las constantes amenazas, las autoridades nada han hecho para apresarlo, por lo que mis hijas y yo vivimos llenas de temor”, indica la señora.
Problema permanente
En lo que va de año, el departamento contra violencia de género del distrito judicial de Santiago ha atendido aproximadamente 16 mil denuncias de agresiones.
El Movimiento Vida sin Violencia (Movida) establece que en promedio cada año 200 mujeres son asesinadas en todo el país y 800 niños quedan en condición de orfandad. Manuela Vargas asegura que familias y comunidades enteras quedan traumatizadas por los hechos de violencia intrafamiliar.
Las estadísticas del Ministerio de la Mujer y de la Procuraduría refieren que solo de enero a junio, 25 de cada 100 querellas presentadas en las fiscalías corresponden a este tipo de delito de violencia de género, mostrando una tendencia creciente con gran impacto en los feminicidios.
El jueves de la semana pasada, Mariana Arisleyda Santiago Reyes mató a cuchilladas a su expareja sentimental José Nicolás Hernández Almonte en el sector de Camboya, tras ser sometida por casi un año a todo tipo de agresiones físicas.
Los casos menos frecuentes son aquellos en que la mujer mata al hombre, pero son el resultado de una cadena de agresiones violentas que a pesar de los mensajes preventivos no se han podido evitar.
Tanto la fiscal Luisa Liranzo como el general Héctor García Cuevas han prometido hacer frente a las denuncias y que los agresores reciban la sanción que les corresponde. La situación ha motivado que diferentes sectores, entre estos las iglesias, salgan a las calles a reclamar que pare la violencia.
Madre reclama intervenir por su hija
Rosa del Carmen Vargas es la madre de Fermina Molina, una joven mujer que debió ser rescatada y llevada a un centro de acogida, con sus tres hijos, luego que su pareja la agrediera con un machete. No era la primera vez que la golpeaba y, sin embargo, continuaban juntos.
La madre de Fermina asegura que su hija se ha querellado y que la última golpiza la recibió porque le reclamó a Eligio Céspedes, su esposo, en cuanto a otra relación que mantenía.
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