Según los encargados de la tienda, la empleada distraía a sus compañeros con sus pechos y su forma de vestir. "Cuando empecé a trabajar allí, pregunté si existía un código para el atuendo diario de los empleados, y me dijeron que bastaba que mirase alrededor y ver lo que todo el mundo llevaba", ha dicho la mujer en una rueda de prensa.
Los consejos sobre la ropa de Odes pasaron a más cuando la encargada le pidió que se aplastara los pechos para así disimularlos. Más tarde la despidieron, aunque nadie sabe si esto puede ser una puerta hacia el estrellato, y ser conocida como la chica que fue despedida por tener los pechos demasiado
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