Una empleada de un banco en el Reino Unido que quería desesperadamente convertirse en modelo profesional robó 46 mil libras esterlinas de las bóvedas para gastarlo en cirugías plásticas y compras.
La joven de 24 años, llamada Rachael Claire Martin, se colocó implantes de senos, se hizo una liposucción, agregó extensiones a su cabello y se aplicó varios procedimientos dentales.
Dadas sus nuevas características físicas, su presencia en el tribunal fue la evidencia que necesitó el juez para declararla culpable. Sin embargo, ella confesó haber hecho varios traspasos a su cuenta personal para ir pagándose sus transformaciones.
En lo que debió ser el primer día de un juicio de una semana, la chica admitió todo de una vez. Vestida de negro con una chaqueta con estampado de leopardo, sólo habló para confirmar su nombre y entrar en una declaración de culpabilidad durante una breve audiencia.
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