DAMASCO, AFP. El ejército sirio entró hoy con sus tanques a un barrio de Damasco, decidido a aplastar la rebelión armada, y escapó de nuevo a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU gracias al veto de Rusia y China.
En la capital, escenario de combates extremadamente violentos desde hace cinco días, cientos de personas huyeron de los bombardeos y los combates, y el miedo podía sentirse en el pulso de la ciudad la víspera del comienzo del Ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes.
La oposición armada siria, mientras tanto, se hizo con el control de la frontera con Irak, según el viceministro del Interior de este país.
Con el objetivo de acallar los rumores, la televisión estatal siria difundió este jueves las primeras imágenes del presidente Bashar al Asad luego del atentado del miércoles en el edificio de la Seguridad Nacional de Damasco, en el que murieron tres de sus más cercanos colaboradores.
En las imágenes se ve a Asad con traje azul recibiendo al nuevo ministro de Defensa, el general Fahd al Freij, con uniforme militar, tras prestar juramento. Freij sucedió al titular de la cartera de Defensa, Daud Rajha, que murió en el ataque del miércoles.
Además de éste fallecieron su viceministro y cuñado del presidente, el general Asef Shawkat, y el general Hasan Turkmani, jefe de la célula de crisis creada para sofocar la revuelta.
El viernes está previsto su funeral en Damasco. Un consejero afirmó a la AFP que Asad se encuentra en el palacio presidencial de Damasco, desde donde "dirige los destinos del país".
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