NUEVA YORK._ Cinco dominicanos y otros cómplices, uno de ellos afroamericano, serán siendo enjuiciados en la Corte Superior de Salem por cargos de doble asesinato y secuestros. Los crímenes fueron cometidos el 6 de septiembre del 2010 en la discoteca La Güira, donde por venganza, el narcotraficante Johan Saintclair, a quien varios dominicanos le habían dado un "tumbe" robándole varios kilos de cocaína, mató a los dos criollos. El matador fue arrestado luego de los asesinatos y confinado en una corte federal. Otras personas resultaron gravemente heridas en el tiroteo.
El juicio comenzará esta semana y en una declaración jurada de un agente especial del FBI, se describe cómo un grupo de nueve hombres, acusados de secuestros, asesinatos, narcotráfico, posesión ilegal de armas de fuego y otros delitos, robaban y torturaban con hierros candentes a rivales del narco y los mantenían secuestrados.
El grupo pedía rescates de miles de dólares a familiares de los raptados tanto en Estados Unidos como en la República Dominicana. "El equipo de investigadores recibió información fiable de que los asesinatos en La Güira fue en venganza por el tumbe y al menos de dos de las víctimas forman parte de la banda de Danny Veloz", escribió en el reporte el agente especial John Orlando.
Veloz, de 36 años y residente en el 443-447 de la calle Andover en Lawrence es sindicado por los federales como el cabecilla de la banda de secuestradores. Además de él, están acusados Fernando Guerrero Lara, quien fue deportado a la República Dominicana en el 2011, Henry Maldonado, José Guzmán, José Matos, Luis Reynoso, Gadiel Romero y Thomas Wallace, quienes enfrentan acusaciones por secuestro en un caso no relacionado con los asesinatos en la discoteca.
Melvin Rivera y Christopher Morales están acusados de sendos cargos federales por posesión ilegal de armas de fuego. Guzmán, Maldonado y Wallace fueron detenidos en Manchester en julio de este año, cuando secuestraron un hombre, pero el rapto salió mal y la víctima logró llamar a la policía.
Morales y Rivera habían estado en una cárcel estatal por porte ilegal de armas de fuego.
Los investigadores describen a la banda liderada por Veloz como una pandilla dedicada a secuestrar rivales del narcotráfico, que en español se conoce como "joloperos" (atracadores).
Los secuestradores, según el expediente, seguían a sus víctimas a través de equipos satelitales GPS a veces durante meses y luego las asaltaban raptándolas para pedir los rescates.
Se vestían como policías y usaban equipos similares a los de la uniformada para confundir y luego de encerrar a las víctimas, las golpeaban, torturaban y las quemaban con hierros candentes.
Los investigadores detallaron que el 23 de julio a las 7:00 de la noche, Guzmán, Maldonado y Wallace secuestraron a dos hombres a punta de pistolas y los captores vestían camisetas negras parecidas las de la policía, los metieron en una furgoneta blanca y se dirigieron a la guarida de Veloz.
Los llevaron a un apartamento en Manchester, donde los golpearon y los quemaron con una plancha para ropa. Una de las víctimas sufrió quemaduras en la espalda, un brazo y una pierna.
Los secuestradores se quedaron dormidos y uno de los raptados aprovechó para soltarse las sogas, quitarse la capucha y logró salir a la calle desde donde llamó a la policía. Cuando fueron arrestados, Guzmán, Maldonado y Wallace tenían insignias de la policía, esposas, un dispositivo GPS, pistolas cargadas y una plancha con restos de carne humana pegados al metal.
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