Alicia Santamaría, doctora en Farmacia y jefe de formación técnica de Laboratorios Ordesa asegura que el cólico del lactante afecta a uno de cada cuatro bebés durante los primeros meses y suele aparecer en los primeros 15 días de vida. Se produce por la inmadurez del sistema digestivo del bebé, por una acumulación excesiva de gases a nivel intestinal debido a que su capacidad para digerir y absorber los alimentos es limitada. En ocasiones se acompaña de regurgitaciones y/o estreñimiento. Generalmente, suele desaparecer a los 3-4 meses de vida, conforme el sistema digestivo del lactante va madurando progresivamente.
¿Los síntomas? Irritabilidad, agitación,
llanto inconsolable y dolor abdominal que se manifiestan de forma más frecuente por la tarde o la noche. Pueden llegar a ser episodios de más
de 3 horas de llanto, un mínimo de 3 días a la semana, durante al menos 3 semanas.
¿Consejos de actuación? Según Alicia Santamaría hay que intentar mantener la calma y estimular la relajación del bebé. «Los baños con agua tibia o caliente pueden ser beneficiosos, así como cantar una nana, mecerlo en la cuna… También resultan de utilidad los masajes infantiles y mantener al bebé boca abajo apoyado en la palma de la mano para favorecer que expulse los gases acumulados».
Recomienda consultar con el pediatra sobre la posibilidad de utilizar alguna de las infusiones infantiles que favorecen el proceso digestivo, o, en caso de lactancia artificial, leches infantiles con fórmulas de fácil digestión y absorción que reduzcan la formación de gases y favorezcan la maduración del tracto digestivo, conocidas como AC (Anti Cólico). En el caso de las madres lactantes, también la mamá puede tomar este tipo de preparados.
Problemas de estreñimiento
Para el bebé alimentado con pecho se pueden utilizar preparados tipo infusión a base de frutas que favorecen el tránsito intestinal. Diluidos en pequeñas cantidades ayudan a hidratar las heces del bebé para que sean más suaves más fáciles de eliminar.
Si el bebé consume leche infantiles, el pediatra puede aconsejar optar por las de tipo AE (más conocidas como Anti Estreñimiento), especialmente si incluyen ingredientes presentes en la leche materna que favorecen el tránsito intestinal y disminuyen la consistencia de las heces, como el ß-palmitato, los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI-CL), prebióticos (fructooligosacáridos) o nucleótidos.
Cuando ya se ha iniciado la alimentación complementaria, una buena opción es utilizar en la alimentación del bebé papillas de cereales ricas en fibra elaboradas a partir de cereales integrales.
Dar masajes en el abdomen en el sentido de las agujas del reloj y baños templados pueden ayudar al bebé a regular el tránsito intestinal y a facilitar las evacuaciones, además de relajarle.
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