Los Celtics se tomaron la salida de Ray Allen del equipo como un acto de alta traición. Kevin Garnett, jugador competitivo y visceral donde los haya, negó este jueves el saludo a su excompañero en el primer duelo de la temporada entre Miami y Boston.
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Cuando Allen se acercó a dar la mano a Garnett, este último se giró y no quiso saber nada. El ala-pívot de los Celtics explicó así lo acontecido a la prensa: "Sabes qué, solo intentaba mantenerme lo más neutral posible, pero obviamente soy una persona intensa. Vi un uniforme de los Heat que se acercaba. Ahora él está en el otro bando. Sólo intentaba jugar el partido", cerró.
La suerte en el encuentro sonrió a Ray Allen, que anotó 19 puntos mientras que sus Heat se llevaron el gato al agua por 120-107.
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