13 noviembre 2012

El escándalo sexual que se extendió al Pentágono fue descubierto por "e-mails"


Con una trama que ya quisiera cualquier guionista de película de espionaje, la investigación de los e-mails de Jill Kelley, la estadounidense que destapó el escándalo por relaciones extramatrimoniales del director de la agencia de inteligencia CIA, David Petraeus, siLa mujer, amiga de Petraeus, acusó a Paula Broadwell, quien ha servido en el ejército y fue biógrafa de su amigo, de haberla amenazado por correo electrónico.
Los e-mails de ambas fueron investigados por el la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y desataron el escándalo que terminó con la renuncia del número uno de la CIA por mantener una relación amorosa secreta con Broadwell.gue teniendo coletazos inesperados.

Ahora el escándalo, que ya escaló del FBI al Pentágono, deja otro damnificado: el principal comandante estadounidense en Afganistán, el general John Allen.
Este general estaba a punto de ser nominado como Comandante Supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, pero luego del escándalo su postulación fue suspendida por el presidente Barack Obama.
Allen está siendo investigado por el presunto "intercambio inapropiado" de correos electrónicos con Kelley, aunque niega haberse comportado de forma incorrecta.
BBC Mundo le explica los detalles de este escándalo que llegó ahora al Pentágono.
E-mails. Todo comenzó con una supuesta amenaza por e-mail. Kelley, amiga de Petraeus, interpuso una denuncia contra Paula Broadwell en Tampa, Florida, por amenaza.
Durante la indagación, el FBI obtuvo acceso al correo electrónico de Broadwell y encontró evidencia de una relación amorosa entre ella y el jefe de la CIA, David Petraeus, quien debió renunciar a su cargo.
Como una consecuencia inesperada, la investigación de los correos de Kelley mostraron "comunicaciones inapropiadas" entre la mujer y el general John Allen, el comandante de Estados Unidos en Afganistán.
Brillante carrera que acabó por un affaire. 37 intachables años de carrera militar hasta ahora. Petraeus lideró la ofensiva de su país en Irak en 2007 y fue comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán desde junio de 2010.
Reemplazó a Stanley McChrystal, relevado después de realizar polémicos comentarios en la revista Rolling Stone.
En esa entrevista, titulada "El general fugitivo", McChrystal cuestionaba la estrategia de guerra en Afganistán y se burlaba de funcionarios del gobierno de Obama.
"Petraeus reconstruyó toda la estrategia de contrainsurgencia de Estados Unidos, que había sido casi olvidada desde la guerra de Vietnam, y creó un modelo muy eficaz para luchar contra rebeldes", comenta John Simpson, editor de asuntos internacionales de la BBC.
En agosto de 2011, el general se retiró del ejército a pocos días del décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 para asumir el cargo de jefe de la agencia estadounidense de inteligencia, la CIA.
La biógrafa que sabía más de la cuenta.  Paula Broadwell, graduada de la Universidad Harvard y especialista en estrategia de guerra, publicó en enero de 2012 una biografía muy favorable del general Petraeus: "All In: The Education of David Petraeus".
Durante la promoción del libro, la escritora dijo que tuvo un acceso sin precedente al general y que incluso estuvo presente en "reuniones del más alto nivel" en Afganistán en las que se discutían operaciones terroristas y otros temas de seguridad nacional.
Broadwell está casada, tiene dos hijos y vive en Charlotte, Carolina del Norte. Desde que estalló el escándalo se ha mantenido en silencio.
Relaciones y seguridad nacional La renuncia del general Petraeus no tardó en llegar.
"Después de haber estado casado durante más de 37 años, demostré un juicio muy pobre al comprometerme en una relación extramatrimonial. Ese comportamiento es inaceptable, como esposo y como líder de una organización como la nuestra", declaró el general al presentar su renuncia en la Casa Blanca.
Según John Simpson, editor de asuntos internacionales de la BBC, perder semejante capacidad intelectual y pensamiento estratégico y táctico por causa de un romance con su biógrafa pareciera, para Europa y y el resto del mundo, algo completamente desproporcionado.
Pero cuando el asunto atenta contra la seguridad nacional, añade Simpson, el gobierno estadounidense toma todas los resguardos.
"Como jefe de la CIA, Petraeus debía dar el ejemplo a sus subalternos. En el pasado, las relaciones extramatrimoniales con frecuencia han derivado en chantajes y otros problemas para quienes trabajan en inteligencia", completa Simpson.
Por otra parte, según el artículo 134 del Código de Justicia Militar, el adulterio es considerado un delito. Este estatuto dice que tener una relación extramatrimonial desacredita a las fuerzas armadas.
¿Sabía la Casa Blanca? El escándalo tiene indignado al Congreso y que ha puesto al descubierto la complicada relación entre el FBI, la CIA y la Casa Blanca.
"Esta es una crisis de proporciones mayores (...) No se trata de un subsecretario cualquiera... esto es un asunto de seguridad nacional", dijo el congresista republicano Peter King.
Petraeus renunció menos de 48 horas después de la reelección del presidente Obama.
Informes de prensa indican que la investigación comenzó hace varios meses, pero que el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, no fue notificado del caso hasta el 6 de noviembre, el día de las elecciones, a las 17:00.
Obama se enteró oficialmente de la situación el día antes que la renuncia se hiciera pública.
Según King, jefe del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, no es común que el FBI investigue al jefe de la CIA durante meses y no se le informe ni a la Casa Blanca ni al Congreso.
Por ley, el FBI debe mantener al tanto a los comités de inteligencia del Congreso sobre investigaciones de importancia para la seguridad nacional.
El domingo, el caso fue transferido del FBI al Pentágono.
La senadora Dianne Feistein, demócrata de California y jefa del comité de inteligencia de la cámara alta, dijo que sólo se enteró de la investigación tras la llamada de un periodista que buscaba su reacción a la renuncia de Petraeus horas antes que se hiciera pública.
"Se trata de una situación que puede afectar la seguridad del país. Creo que nos debieron alertar", dijo la congresista y aseguró que su panel iniciaría una investigación sobre la conducta del FBI en este caso.
"Se trata del director de la CIA, no del jefe de la agencia de pesca, flora y fauna. Las implicaciones son enormes", comentó por su parte el congresista republicano de Utah Jason Chaffetz, quien opinó que "el presidente debió ser notificado inmediatamente" de la situación.
Otros legisladores cuestionaron por qué Petraeus renunció justo después de la elección presidencial y justo antes que tuviera que comparecer ante el Congreso para dar explicaciones sobre los incidentes del 11 de septiembre en Bengasi, Libia, que resultó en la muerte del embajador de Estados Unidos y otros tres diplomáticos.
Los acontecimientos y las acciones de la administración Obama en relación con el incidente han sido tema de controversia durante meses en Washington.
En lugar de Petraeus, quien hace menos de un mes visitó Libia para indagar sobre el ataque, comparecerá Michael Morell, director interino de la CIA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario