NUEVA YORK._ Desgarradoras escenas de dolor, llanto e impotencia se vivieron ayer lunes durante el velatorio de los restos del niño dominicano Stewart Espinal de 5 años de edad y quien fue estrangulado por su padre Leonardo Espinal (Leo) de 47, en la funeraria Ortiz de la avenida Grand Concourse en El Bronx. Los funerales del cadáver menor se iniciaron entre las 3:00 de la tarde y las 9:00 de la noche. Por ante el féretro del angelito asesinado han desfilado docenas de personas de la comunidad en solidaridad con la madre Rosaura Abreu, la niña sobreviviente Mía Espinal y la familia devastada por la tragedia que ha conmovido a la ciudad.
El niño, según la confesión del acusado a los investigadores, lo estranguló el señor Espinal después que se encerrara en el baño del apartamento de su madrastra en el edificio 86 Oeste de la calla 179 en El Bronx y mientras su hija de 7 años, se comía una pizza envenenada que le había dado a ella, también con la intención de matarla.
La menor fue ingresada en el hospital San Barnabás, de donde dada de alta ayer lunes después de recuperarse del potente raticida conocido entre los dominicanos como "Tres Pasitos" y frecuentemente usado en el país caribeño para matar a las ratas.
Los crímenes los perpetró Espinal, nativo de Santiago de los Caballeros, después que la madre lo dejara en custodia de los hijos, en lo que ella trabajaba como camarera en un restaurante cercano a la calle Walton, donde convivía con Espinal.
La policía dijo que la mujer rompió sus relaciones con el hombre, porque tiene una nueva pareja. Ella no ha querido con los medios desde el día del asesinato del niño, pero se mantuvo al lado de la niña en el hospital durante el internamiento.
"Perdí la razón desde que ella me dejó", le habría dicho Espinal a los investigadores del Escuadrón Contra Homicidios durante el interrogatorio, en el que confesó el hecho y fue arrestado y acusado en el cuartel 44.
El sábado fue trasladado a la cárcel de donde sería presentado ayer lunes en la Corte Criminal de El Bronx.
Las autoridades lo sometieron a exámenes psicológicos pero se concluyó en que es un hombre normal.
Vecinos y conocidos de la pareja declararon que la pareja "se veía o aparentaba normal" y reaccionaron estupefactos ante la noticia de los crímenes.
Hacía sólo 15 días que Rosaura se había separado de Espinal, antes de que cometiera el asesinato de su hijo y le diera veneno a la muchacha.
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