El presidente uruguayo, José Mujica, dice que en sus 77 años de vida nunca fumó marihuana.
Pero si se aprueba un proyecto de ley que han redactado legisladores oficialistas, es posible que en un futuro el Estado que encabeza Mujica deba regular la producción y venta de esa droga a consumidores.
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Si bien el mandatario asegura que "era más bien contrario" a esa legalización, él mismo terminó impulsando la idea de legislar.
"Lo de México me sacudió el alma", indica Mujica en alusión a la violencia desatada en ese país por los carteles del narcotráfico.
En una entrevista con BBC Mundo hace unas semanas en la finca donde vive en las afueras de Montevideo, afirma que incluso en Uruguay, un país de 3,3 millones de habitantes con menores índices de violencia que sus vecinos, han aparecido fenómenos "como el ajuste de cuentas" vinculados al negocio de la droga.
"Lo que me asusta es el narcotráfico, no la droga", sostiene. "Y por la vía represiva es una guerra perdida: se está perdiendo en todas partes".
Mercado regulado
Legisladores opositores uruguayos han expresado su rechazo a la legalización de la marihuana.
El proyecto de ley, que este martes fue presentado a la bancada de diputados del gobernante Frente Amplio y el jueves se presentará a la oposición, propone que el Estado uruguayo regule la producción, distribución y venta de cannabis en el país.
También admite que particulares lo cultiven para su propio consumo, según redactores del texto.
Mujica dice que su intención es evitar que los consumidores de marihuana traten con vendedores que los inducen a probar pasta base de cocaína, una droga que, asegura, "está pudriendo a la muchachada común y corriente y la más pobre".
"Además me envenena, porque cada vez tengo que gastar más plata en policía, en cárceles y en las consecuencias. Y no tengo plata para atender a los enfermos", le comentó a BBC Mundo.
Su idea respecto a la marihuana, cuenta, es identificar "cuando el tipo se pasa de la raya y decirle: 'm'hijo, usted se tiene que internar o hay que cuidarlo'. Y no tenerlo en el mundo clandestino y tratar como a un delincuente a un tipo que tiene una adicción y en el fondo tiene una enfermedad. No le puedo regalar enfermos al narcotráfico".
"País pacato"
Pero admite que su propuesta genera resistencias en la sociedad uruguaya.
"Uno le dice a la gente 'regularizar la marihuana' y te empiezan a mirar, ¿no? Como (si fuera) una cosa del diablo""
José Mujica, presidente de Uruguay
"Uruguay es un país pacato, de viejos. La mayoría somos viejos y de tendencia conservadora. Uno le dice a la gente 'regularizar la marihuana' y te empiezan a mirar, ¿no? Como (si fuera) una cosa del diablo".
"Es todo una exageración. En realidad el cannabis tuvo que ver con el descubrimiento de América. El cannabis se usaba para hacer las velas (y) para hacer estopa de tapar las hendijas de los barcos. Ha acompañado toda la epopeya en el Nuevo Mundo. Merece que lo tratemos con más respeto y conocerlo mucho más", dijo.
"Estamos luchando contra el prejuicio", indica. "Esto tampoco se puede instrumentar pasándole por arriba al país".
Legisladores opositores han expresado su rechazo a la iniciativa oficialista, que sin embargo podría ser aprobada con los votos del gobernante Frente Amplio, una coalición de izquierda que tiene mayoría parlamentaria.
Hasta ahora la ley uruguaya permite el consumo de marihuana pero prohíbe su comercialización.
La oposición ha criticado elementos de forma y de fondo en la propuesta.
El senador colorado Pedro Bordaberry sostuvo hace algunas semanas que Mujica "empieza por el final, que es decir lo que él quiere, y después pide estudios y discusión".
"Esto le va a destrozar la vida a muchos jóvenes en Uruguay. Las drogas son dañinas, cualquiera sea; hay que reducir el consumo, no aumentarlo", dijo Bordaberry según consta en la página web de su partido.
"No parece serio no haber hecho las consultas previas a los técnicos. Me parece que es simplemente una operación de opinión pública, para distraer la atención", dijo el expresidente Luis A. Lacalle a BBC Mundo.
"En un país donde no se pueden fumar cigarrillos de tabaco en un restaurante, no sé si podremos fumar marihuana", agregó Lacalle, senador del Partido Nacional, en una entrevista realizada en septiembre.
40 gramos mensuales
Mujica alega que la vía represiva es una guerra perdida.
El proyecto de ley plantea crear un organismo que regularía el mercado local de cannabis y definiría con el gobierno si dará licencias al Estado o a particulares para producir, distribuir y vender la droga, dice el diputado oficialista Sebastián Sabini a BBC Mundo.
El texto prevé un máximo de venta de 40 gramos mensuales por adulto registrado para comprar y también admite el cultivo para consumo individual en casas (hasta seis plantas por hogar) y clubes (con hasta 15 miembros y hasta 90 plantas).
Mujica sostiene que sería posible "hacer trazabilidad" de la marihuana que venda Uruguay para evitar que el producto sea exportado a otros países.
"Yo le puedo vender a usted equis cigarrillo y si eso aparece en Brasil yo a usted lo hago responsable", señala Mujica.
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