El pelotero Manny Ramírez se unió ayer tarde al conjunto de las Águilas Cibaeñas y anunció que entrará a juego la semana entrante. Manny Ramírez, llegó el lunes al país y este martes se puso el uniforme número 99 de las Águilas Cibaeñas, el que utilizó en sus últimos años en las Grandes Ligas.
El jugador dijo durante la rueda de prensa, celebrada en el despacho del presidente y gerente general del equipo Winston Llenas, que lleva varios días entrenando en Miami, Florida, pero que todavía le falta algo. Fue ahí cuando declaró que entrará a juego la semana entrante.
El jugador, acompañado de su esposa Juliana, dio gracias a Dios, por tenerlo de vuelta a su tierra natal, donde comenzó a jugar pelota, al tiempo que se definió como un privilegiado por estar otra vez, en Santiago.
Dijo que si se mantiene en salud no descarta volver a las Grandes Ligas, indicando que jugaría tanto en los jardines, como bateador designado.
Al hacer una reflexión sobre su vida, indicó que se siente en paz en lo personal, con su familia y con todos los seres humanos, afirmando que ha superado las pruebas que le dio la vida y reiteró las gracias a Dios, porque le sacó de su alma la vanidad.
Luego del conversatorio con la prensa, Ramírez se dirigió al terreno de juego a realizar sus primeros entrenamientos con el equipo.
Ramírez no ve acción en la pelota invernal desde la temporada 1994-95.
Manny tiene un promedio de por vida de .243 en 84 partidos con las Águilas.
En ese trayecto ha conectado 70 hits, entre los que se destacan 15 dobles, siete triples, dos jonrones, con 38 carreras anotadas, 28 remolcadas y 45 ponches.
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