La entrada al pasaje subterráneo se encuentra dentro de una planta embotelladora en la zona central de la ciudad, un inmueble de dos niveles en cuyo frente e interiores hay letreros con la leyenda: “Porque todos somos agua y ya”, pero sin nombre oficial de una empresa. Según el general Landeros, citado en un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el pasadizo fue descubierto al ser atendida una denuncia ciudadana anónima sobre la presencia de personas “que entraban y salían en actitud sospechosa” del inmueble. El túnel tiene una entrada de 1.60 metros de altura por 1.50 metros de ancho, una profundidad de 12.5 metros y una longitud de 135 metros y “se encontraba en proceso de culminación, sin salida en territorio estadounidense”. Los soldados acudieron al lugar y se encontraron con una persona que bajaba herramientas de un vehículo, quien al verlos intentó huir sin conseguirlo y a quien se le encontró una bolsa de plástico con una hierba verde y seca con las características de la marihuana, la cual dio un peso de 294 gramos. Al efectuar la revisión del inmueble, debajo de una tina de baño, se localizó un sistema hidráulico que al ser accionado levantaba una cubierta y dejaba al descubierto la entrada al túnel. El piso es de concreto, cuenta con un tramo de aproximadamente 40 metros acondicionado con rieles, tiene sistemas de ventilación e iluminación y en el fondo se localizaron materiales y herramientas como palas, picos, cubetas, carretillas y taladros. También fueron detenidas siete personas que estaban trabajando en la construcción del túnel, que se presume sería usado para el contrabando de drogas hacia el país vecino. Las personas detenidas y el inmueble donde está la excavación fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
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