El 80 por ciento de la población de San Pedro de Macorís está consumiendo agua contaminada por pozos sépticos construidos indiscriminadamente sin ningún control sanitario, generando brotes de enfermedades, especialmente de la piel, revela un estudio realizado por un equipo de investigadores. El técnico en calidad de agua Jacinto Gerda calificó hoy como alarmantes los resultados de la investigación,
que arrojó que el 100% de las aguas submarinas de San Pedro de Macorís están contaminadas debido a la poca distancia que separa los pozos cloacales de los de agua para uso en los hogares, lo que, a su juicio, constituye una amenaza para la salud de sus habitantes. “Es grave que una de las principales provincias del país esté consumiendo prácticamente agua fecal”, precisó. Señaló que las 192 muestras que se tomaron, todas están contaminadas con pseudomonas, una bacteria que produce enfermedades en la vagina, los ojos, los oídos y la piel. Gerda, quien también es diseñador de equipo de purificación de agua, deploró que desde hace 20 años se vienen construyendo pozos en esa ciudad sin la inspección de Salud Pública y del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa). “Estas instituciones no han tomado las medidas correspondientes para evitar el grado de contaminación freático en esta ciudad, lo que ha provocado una serie de enfermedad que ya ha cobrado vidas humanas”, relató el investigador. Solicitó al Ministerio de Salud Pública implementar una campaña en la que especialistas de ginecología y otorrinolaringología instruyan a la gente sobre la peligrosidad de consumir agua con pseudomonas. Agregó que en San Pedro de Macorís no se está clorificando el agua de origen submarino, lo que pone en peligro la salud de quienes la utilizan. Explicó que el 80 % de la población de San Pedro de Macorís consume agua de pozos y que el sistema sanitario de la zona ha colapsado, lo que ha agravado el problema. Añadió que la incapacidad del acueducto para abastecer la demanda de la población es lo que ha incrementado los pozos tubulares en la zona. Aclaró que “el agua del acueducto no está contaminada, sino el agua subterránea, ya que el sistema sanitario y de alcantarillado ha colapsado. La gente está utilizando los pozos para verter los desechos sanitarios y a la vez los utiliza como fuente de agua potable”. Especificó que según las reglas, los pozos sépticos deben estar separados a más de 30 metros de los de agua para consumo humano. “Son miles de pozos fecales se hacen cerca de pozos para agua potable”, concluyó. UN APUNTE Clorificación Jacinto Gerda entiende que es necesario que la población de San Pedro de Macorís clorifique el agua de los pozos tubulares para evitar la propagación de las enfermedades que produce la pseudomona. Sostuvo que en esa ciudad se requiere construir más acueductos para reducir el uso de agua de pozo.
que arrojó que el 100% de las aguas submarinas de San Pedro de Macorís están contaminadas debido a la poca distancia que separa los pozos cloacales de los de agua para uso en los hogares, lo que, a su juicio, constituye una amenaza para la salud de sus habitantes. “Es grave que una de las principales provincias del país esté consumiendo prácticamente agua fecal”, precisó. Señaló que las 192 muestras que se tomaron, todas están contaminadas con pseudomonas, una bacteria que produce enfermedades en la vagina, los ojos, los oídos y la piel. Gerda, quien también es diseñador de equipo de purificación de agua, deploró que desde hace 20 años se vienen construyendo pozos en esa ciudad sin la inspección de Salud Pública y del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa). “Estas instituciones no han tomado las medidas correspondientes para evitar el grado de contaminación freático en esta ciudad, lo que ha provocado una serie de enfermedad que ya ha cobrado vidas humanas”, relató el investigador. Solicitó al Ministerio de Salud Pública implementar una campaña en la que especialistas de ginecología y otorrinolaringología instruyan a la gente sobre la peligrosidad de consumir agua con pseudomonas. Agregó que en San Pedro de Macorís no se está clorificando el agua de origen submarino, lo que pone en peligro la salud de quienes la utilizan. Explicó que el 80 % de la población de San Pedro de Macorís consume agua de pozos y que el sistema sanitario de la zona ha colapsado, lo que ha agravado el problema. Añadió que la incapacidad del acueducto para abastecer la demanda de la población es lo que ha incrementado los pozos tubulares en la zona. Aclaró que “el agua del acueducto no está contaminada, sino el agua subterránea, ya que el sistema sanitario y de alcantarillado ha colapsado. La gente está utilizando los pozos para verter los desechos sanitarios y a la vez los utiliza como fuente de agua potable”. Especificó que según las reglas, los pozos sépticos deben estar separados a más de 30 metros de los de agua para consumo humano. “Son miles de pozos fecales se hacen cerca de pozos para agua potable”, concluyó. UN APUNTE Clorificación Jacinto Gerda entiende que es necesario que la población de San Pedro de Macorís clorifique el agua de los pozos tubulares para evitar la propagación de las enfermedades que produce la pseudomona. Sostuvo que en esa ciudad se requiere construir más acueductos para reducir el uso de agua de pozo.
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