Al menos tres personas murieron y decenas resultaron heridas después de que un buque crucero con 4.200 personas encallase cerca de la isla de Giglio, en la región italiana de Toscana (norte).Según las primeras informaciones, mientras los pasajeros del Costa Concordia estaban cenando se fue la luz, se oyó un gran estruendo y comenzó a entrar agua en la nave.
El barco quedó inclinado y los pasajeros trataron de salir de él en los botes salvavidas o lanzándose al mar.
"Estábamos cenando cuando las luces se fueron de repente, oímos un estruendo y un crujido y toda la cubertería se cayó al suelo", afirmó Luciano Castro a la agencia de noticias Ansa.
Entonces, la embarcación de 290 metros encalló, se inclinó 20 grados y comenzó a entrar agua, según informaron los guardias costeros.
En un principio, el capitán del crucero informó que se trataba de un problema eléctrico.
Sin embargo, Deonato Ordona, un miembro de la tripulación, le dijo a la BBC que cuando se dieron cuenta de que no se trataba de eso pidieron a los pasajeros que se pusieran los chalecos salvavidas y se dirigiesen a las lanchas de emergencia.
"Pero es difícil lanzar los barcos salvavidas, así que todos los pasajeros se desplazaron a la parte derecha del navío y se lanzaron", afirmó.
Según Ordona, muchos pasajeros lloraban mientras que otros saltaban al mar para tratar de llegar a nado a tierra.
"Escenas del Titanic"
Algunas de las personas que estaban en el lugar en el que la guardia costera desarrollaba las labores de rescate, definieron la situación como "una escena del Titanic".
Según la guardia costera, al menos 50 personas fueron evacuadas por helicóptero.
La compañía propietaria del crucero, Costa Crociera, desconoce por el momento el motivo del accidente e informó de que la posición del navío "está empeorando, lo que hace más difícil el final de la evacuación".
En el crucero viajaban 3.200 pasajeros (1.000 italianos, 500 alemanes, 160 franceses y el resto de otras nacionalidades), además de 1.000 miebros de la tripulación.
El Costa Concordia salió a primera hora del viernes de Civitavecchia, un puerto cercano a Roma y el crucero por el Mediterráneo tenía previsto hacer escalas en la ciudades italianas de Palermo y Cagliari, ambas en el sur, en las españolas Palma de Mallorca y Barcelona y en la francesa Marsella antes de llegar a Savona, que fue el puerto italiano en el que comenzó.
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