El proceso de restauración de la copia de "La Mona Lisa" del Museo del Prado, que ha descubierto en el fondo del cuadro el mismo paisaje toscano que el original, determina que fue realizada en el taller de Leonardo Da Vinci, aunque sin utilizar la técnica del "sfumato" y en este caso, el retrato tiene cejas.
El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, el director adjunto de Conservación, Gabriele Finaldi, y el Jefe del Departamento de Pintura Italiana, Miguel Falomir, han explicado algunos de los detalles de la investigación de los últimos dos años en torno a este cuadro, que había estado expuesto en el museo y era conocido por el público como "La Mona Lisa del Prado".
Tras celebrar el primer Patronato bajo la presidencia del nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y ante una gran expectación mediática, los responsables de la pinacoteca han explicado que la investigación se inicia porque el Museo del Louvre prepara una exposición sobre "La Santa Ana" de Leonardo, que tendrá lugar el próximo mes de marzo, y para la que se ha trabajado sobre obras de otros museos, entre ellas, esta del Prado.
Las investigaciones revelan que se trata de una copia más importante de lo que se pensaba, que nos "invita a mirar con ojos distintos" la obra del genio italiano, ya que se realizó de forma paralela al original, previsiblemente por alguno de los dos alumnos más cercanos a Leonardo (Andrea Salai ó Francesco Melzi), aunque se descarta la intervención directa del humanista italiano.
La "Mona Lisa del Prado" se diferencia de la obra del italiano en la factura, ya que no utiliza el "sfumato" (es mucho más precisa y se pueden advertir algunos detalles como la cenefa del escote del vestido y sus pliegues). Además, este retrato tiene cejas y el original, no.
Con unas dimensiones muy parecidas a la de Leonardo Da Vinci (76x57cm la de El Prado, 77x53cm la original), antes de esta restauración se creía que había sido pintada sobre roble, lo que la descartaba como copia realizada en Italia. Una vez que se determinó que la tabla es de nogal, como la auténtica Mona Lisa, las primeras radiografías desvelaron las pistas de lo que podía haber bajo el fondo negro.
Los restauradores han descubierto que dicho fondo negro había sido añadido más de dos siglos después, y al estar la copia en mejor estado de conservación, arroja luz sobre el enigmático cuadro de Lisa Gherardini y su icónica sonrisa.
Estos detalles se han adelantado en un reciente congreso científico en Londres, con motivo de una exposición sobre Leonardo Da Vinci que se exhibe en The Nathional Gallery.
"La Mona Lisa del Prado" procede de la antigua Colección Real, lo que indica que con toda probabilidad está en España desde el siglo XVII, hecho que ha facilitado una vida menos azarosa que la original y una mejor conservación.
Tras su viaje al Museo del Louvre en marzo -el día 26 se darán a conocer las conclusiones preliminares de las investigaciones- volverá a exponerse junto a las otras obras de maestros italianos del Prado, como estaba habitualmente.
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