La aprobación el martes del uso recreativo de la marihuana en dos estados de Estados Unidos afectará los beneficios de los carteles mexicanos y orientará a la opinión pública latinoamericana a favor de la despenalización, según un organismo que aboga por la legalización.
El martes, los estados de Colorado y Washington “se convirtieron en las primeras jurisdicciones políticas del mundo” que aprueban medidas para regular la marihuana de la misma forma como se regula el alcohol, dijo el miércoles a la AFP Ethan Nadelmann, director de Drug Policy Alliance.
El estado de Oregon rechazó una iniciativa similar,
en una de las 170 consultas populares que se celebraron el martes junto a las presidenciales, en las que el presidente Barack Obama ganó su reelección.
Si bien las medidas demorarán cerca de un año en implementarse y resta por saber si serán bloqueadas desde Washington -el Departamento de Justicia podría emprender una batalla legal, dado que la marihuana está prohibida a nivel
federal-, la decisión pone al país en una “situación paradójica”.
“Tras liderar la guerra contra las drogas por tanto tiempo, ahora (Estados Unidos) emerge como un líder mundial en la reforma de políticas sobre la marihuana”, lo que alimentará el actual debate en Latinoamérica a niveles estatales y de opinión pública, consideró Nadelmann.
Además, “si las iniciativas son implementadas adecuadamente, se reducirán los beneficios de las organizaciones criminales en México”, añadió.
El activista estimó que estas decisiones “alimentarán el debate y combatirán el tabú” en Latinoamérica, lo que en última instancia ayudará a aumentar el apoyo de la opinión pública a la propuesta de despenalización del presidente uruguayo, José Mujica, que hasta ahora está aislada en la región.
También los presidentes de Guatemala, Otto Pérez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, ambos críticos de la guerra contra las drogas, pueden encontrar un espaldarazo, dijo Nadelman: “Esto les envía un mensaje poderoso de que Estados Unidos está en el camino de transformar la política en materia de drogas”.
Según un informe divulgado la semana pasada por el Instituto Mexicano para
la Competitividad, entre 40% y 70% de la marihuana que se consume en Estados Unidos proviene desde México.
Su legalización en Washington y Colorado representará para los carteles narcotraficantes pérdidas de 1.372 y 1.425 millones de dólares, respectivamente, es decir entre 22 y 23% de sus ingresos, indica el estudio.
“La competencia dentro de Estados Unidos será mucho mayor, porque los productores estadounidenses podrán producirla legalmente”, explicó Nadelmann. “No sólo bajarán los precios, sino que típicamente la calidad de la marihuana producida en Estados Unidos es mejor a la calidad de la marihuana mexicana”.
No obstante, los opositores temen que el cannabis atraiga a los menores de edad y que se convierta en un atractivo turístico. Otros consideran que los carteles podrían vender legalmente la hierba que antes vendían de forma ilegal, argumento descartado por Nadelman porque no lo considera un negocio rentable.
Uno de los detractores de esta medida es el propio gobernador de Colorado, John Hickenlooper, quien dijo en un comunicado el martes: “Los votantes hablaron y debo respetar su decisión. Será un proceso complicado, pero pretendemos respetarlo”.
“No obstante, el gobierno federal aún considera la marihuana como una droga ilegal, así que no se apuren mucho en abrir sus bolsitas de snacks”, añadió, refiriéndose al hambre que suele dejar la marihuana luego que ha pasado su efecto.
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