Curiosa batalla la que ha puesto en marcha el Estado japonés para poner coto a una de las grandes lacras de la salud en este siglo: la obesidad.
Las autoridades niponas implementaron en 2008 una norma que obliga a todas las empresas a controlar el peso de sus trabajadores, por lo que deben medir la cintura de sus empleados mayores de 40 años.
Las medidas no pueden ser superiores a los 85 centímetros en el caso de los hombres y 89,9 para las mujeres.
En el caso que el empleado sobrepase el peso establecido la empresa debe cumplir con informar aquellos casos al estado. Todas las personas con sobrepeso tienen un periodo de tres meses para bajar esos kilos de más, y en el caso de que no lo logren el Estado puede ordenar que asistan a terapias obligatorias.
El principal miedo de las autoridades en Japón es que los jóvenes están incorporando en su dieta cada vez más los alimentos occidentales que son ricos en grasa, lo que haría que la población aumente de peso cada vez más.
Uno de los beneficiados con esta ley japonesa son las clínicas para adelgazar que se han vuelto más costosas y populares.
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