Peña, de 28 años de edad, había sido sentenciado originalmente a 75 años con opción a cadena perpetua por asalto sexual contra la educadora, pero el cargo de violación no le pudo ser probado, porque a pesar del testimonio de la víctima, los jurados no consensuaron en esa acusación.
Un segundo juicio que estaba en agenda para juzgarlo por violación, fue obviado en base a un acuerdo con la fiscalía que acordó una sentencia de los otros 10 años contra el ex oficial dominicano.
El Fiscal Adjunto Evan Krutoy y el abogado de Peña Efraín Savitt, firmaron el acuerdo y dijeron que con ello, evitaron el sufrimiento de un segundo juicio tanto a la víctima como al propio Peña.
El magistrado Richard Carruthers refrendó el pacto entre los juristas y el ex policía, señalando que lo hacía por el bien de la víctima.
“Esta sentencia no refleja en absoluto la gravedad o naturaleza de ese grave delito, apruebo el acuerdo por una sola razón que es la de preservar a la víctima para que no tenga que enfrentarse nuevamente a su verdugo”, dijo el juez al leer la sentencia contra Peña.
El ex agente, quien vestía el uniforme color naranja de los presos criminales y con espesa barba, rehusó hablar en la corte acerca de la nueva condena. Su abogado ha sometido una moción apelando los 75 años de cárcel que originalmente se le impusieron, alegando que es una sentencia muy drástica para un delito como el de asalto sexual agravado.
“Esencialmente esa es una sentencia de muerte”, dijo Savitt. “En la corte tiene que haber proporcionalidad con el sistema y el juez Carruthers fue más allá de su poder discrecional”.
Adelantó que presentará la apelación a favor del ex oficial en los próximos meses. “El señor Peña es un hombre roto, pero por lo menos tiene alguna esperanza de poder volver a ver la luz del sol algún día”, sostuvo el abogado.
La maestra, de 25 años de edad fue interceptada por Peña a quien llevó usando su pistola de reglamento a un solar yelmo en la calle 193 y Terrace Place en el vecindario Inwood del Alto Manhattan, donde la ultrajó sexualmente.
Una residente que a través de una ventana se percató del ataque, llamó al 911 y cuando la policía llegó a la escena, encontraron a Peña con la pistola a su lado y el pantalón más debajo de la cintura.
La educadora, no identificada por razones legales, no estuvo en la lectura de la nueva sentencia, pero dijo por escrito que el ex policía dominicano ha destrozado su vida.
Peña estaba embriagado y había pasado la noche bebiendo alcohol y enamorando camareras en un restaurante cercano al área. El crimen contra la maestra lo cometió temprano en la mañana.
Durante el juicio, su novia también dominicana testificó que ambos sostuvieron relaciones sexuales la noche anterior en que Peña cometió la agresión contra la profesora.
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