Mientras que el director regional de Medio Ambiente, Pedro de la Cruz, dijo que iniciará una investigación para determinar si los desperdicios sólidos que son depositados en el basurero se están manejando adecuadamente.
El humo se siente con mayor fuerza en los sectores de Cienfuegos, la Gloria, Santa Lucía, el Semillero, Proyecto Zona Franca, Rafey, ensanche Bermúdez, Cuesta Colorada, las urbanizaciones Alto de Rafey, Don Jaime y otras.
El dirigente comunitario de esa zona, Cornelio Paulino, declaró que a los hospitales periféricos de Cienfuegos y ensanche Bermúdez acuden diariamente personas con problemas respiratorios, ronchas y picazón en la piel.
Indicó que las dolencias afectan mayormente a niños y ancianos y que los médicos atribuyen las causas a la inhalación de la humareda.
A esto se añade el mal olor que expele el humo, lo que impide a sus moradores vivir en armonía, dijo Paulino.
En reiteradas ocasiones el pastor Pablo Ureña, del Programa Niños por una Esperanza de la Gloria, Cienfuegos, ha llamado la atención sobre el humo del vertedero.
Por su parte, la alcaldía anunció que dispuso vigilancia especial para evitar que personas que buscan en los escombros metales y otros objetos vertidos en ese lugar, provoquen incendios como regularmente hacen para facilitar su búsqueda.
No obstante, los vecinos de esas comunidades y las organizaciones comunitarias dicen que el problema ha resurgido desde recientemente.
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