NUEVA YORK._ Una madre dominicana que desde hace algún tiempo, sufre la rara enfermedad conocida como el Mal de Lou Gehrig o ALS, se aferra a la esperanza de sobrevivir, ayudada por sus familiares y el Servicio de Vistas Caseras de Enfermeras de Nueva York (VNS).
Identificada como “Ana”, la dominicana está en la fase inicial de la enfermedad que se dio a conocer en el mundo, cuando el famoso pelotero de los Yankees de Nueva York fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también llamada enfermedad de Lou Gehrig. En Francia, es conocida como enfermedad de Charcot) y es un padecimiento degenerativo de tipo neuromuscular.
Hasta ahora, Ana no puede hablar por recomendaciones de sus médicos para evitar esfuerzos extras que le compliquen los trastornos, pero una hermana suya dijo estar esperanzada que muy pronto, se puede descubrir una cura para que parienta pueda recuperarse.
Explicó que hace dos años, a Ana que paradójicamente se dedicaba a cuidar a personas enfermas (Home Atender), los doctores le dijeron hace dos años que no iba a poder comer, pero ha ocurrido lo contrario, lo que ha asombrado a los galenos y especialistas.
Su hermana la califica que era muy activa, pero ahora no puede ni siquiera ponerse de pie y necesita ser ayudada por otros.
La enfermera de VNS Julissa Waterhouse que visita frecuentemente a Ana, explica que la comunicación es vital, debido a la falta de habilidad para que Ana pueda hablar.
La enfermera trabaja con la dominicana desde que la madre criolla fue diagnosticada con el ALS y la organización provee atención 24 horas al día, consejería para los hijos de la paciente y recursos para ayudarla a comunicarse con los demás.
El cariño de sus familiares, mantiene una sonrisa en los labios de Ana, quienes reafirman su esperanza ya que la enfermedad no ha avanzado en ella como es frecuente en otros pacientes.
El ALS, es un padecimiento crónico que no tiene cura, pero para su hermana, la esperanza es lo último que debe perderse.
“Espero que encuentren una cura y a tiempo para mi hermana”, dijo la familiar de Ana con emotivas palabras.
LA ENFERMEDAD
La enfermedad fue descubierta en 1869 por el médico francés Jean Martin Charcot (1825-1893), pero se dio a conocer mundialmente con el caso de Gehrig y tiene como características principales padecimientos de esclerosis lateral que indica la pérdida de fibras nerviosas acompañada de endurecimiento o cicatrización glial en la zona lateral de la médula espinal, región ocupada por fibras o axones nerviosos que son responsables últimos del control de los movimientos voluntarios.
La atrofia física se produce por inactividad muscular crónica, al haber dejado los músculos de recibir señales nerviosas.
Quienes padecen de ALS enfrentan el problema de que sus funciones cerebrales no se conectan con la actividad motora, la sensibilidad y la inteligencia se mantienen inalteradas. Por otro lado, apenas resultan afectadas las moto neuronas que controlan los músculos extrínsecos del ojo, por lo que los enfermos conservan los movimientos oculares hasta el final. Igualmente, la ALS no daña el núcleo de Onuf, por lo que tampoco resultan afectados los músculos de los esfínteres que controlan la micción y defecación.
La enfermedad afecta, especialmente, a personas de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, más frecuentemente a hombres de 60 y 69 años. Cada año se producen unos 2 casos entre cada 100.000 habitantes de la tierra.
Sin que se sepa la causa concreta, ALS ha afectado también en ocasiones, a grupos de personas como jugadores de fútbol italianos, veteranos de la Guerra del Golfo y habitantes de la isla de Guam.
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