El 0.6% pernocta en el baño y un 10.1% en literas. SANTO DOMINGO. Los lugares donde duerme la población carcelaria son en mayor proporción en una cama, con un 53.5%, seguido por un 24.9% en el suelo, lo cual se eleva a un 87.2% en los centros de detención.
Esto se agrava con aquellos que pernoctan en el baño, con un 0.6%, en el patio, 0.1%.
Los que duermen en camas individuales alcanzan un 11% y los que lo hacen en literas un 10.1%.
El dato está contenido en el Segundo Censo Nacional Penitenciario, realizado entre una población de 20,007 reclusos del viejo y el nuevo modelo penitenciario, presentado por la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y la Oficina Nacional de Defensa Pública.
El estudio plantea que se comprobó que en el modelo tradicional hay un 53.2% que duermen en camas, aún cuando hayan sido fabricadas por los mismos internos, con el permiso de las autoridades. En segundo lugar, los que sólo tienen el suelo donde dormir, con un 29.1%.
Contrario a lo que acontece en el nuevo modelo penitenciario, donde el 59% tiene su cama y sólo un 0.6% duerme en el suelo.
“Dentro de este análisis, vemos que los que tienen una situación más deplorable son los que se encuentran en las áreas de detención, ya que el 87.2% duerme en el suelo, y sólo el 1.2% tiene camas, pero no suministradas por las autoridades del Palacio de Justicia”.
De los internos del nuevo modelo penitenciario censados que pernoctan en el suelo, el mayor porcentaje se encuentra en Vista del Valle, con un 1.4% y de las cárceles tradicionales, la Departamental de San Francisco de Macorís, un 43.4%, seguida de El Seibo, 35.3% y Barahona, 34.2%.
Los CCR de Mao, Valverde, y Monte Plata tienen un 0.5%. De las cárceles, la que tiene mayor incidencia de esta forma infrahumana de pernoctar es la de Pedernales, un 52.6%, 19 de Marzo de Azua, 37.9%, Neyba, 35.9%, San Juan, 35%, Montecristi, 32.1%, donde muchos internos duerme en el suelo del patio al aire libre, sin ningún techo que los proteja.
La cocina de los presos
Los internos censados cocinan con mayor frecuencia en la cocina común, con un 46.7%, modalidad que se ha mantenido desde el primer censo con un 40.4%. Le sigue la modalidad de hornilla en celdas, con 27.5%. Un 5.1% cocina en el patio, un 1.4% en los pasillo y en sala común 2.7%. Un 16.4% compra la comida o sus familiares se la llevan al penal.
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