¿Pueden explotar los implantes de mama en un avión? ¿Son seguras las prótesis después de las PIP? ¿Podré dar de mamar con un aumento de mamas? Vicente Paloma, cirujano plástico aclara las verdades y mentiras sobre la cirugía estética más demandada en España.
1. «Las prótesis no son seguras»
Como los medicamentos, deben cumplir con las máximas garantías de seguridad. Los implantes que disponemos en la actualidad son los más avanzados y seguros que se han fabricado nunca.
El gel de silicona de alta cohesividad que se utiliza en las prótesis modernas es extremadamente seguro ya que confiere una gran resistencia a la rotura y una gran estabilidad sin fugas de material. Lo que ocurrió con la marca PIP es un caso aislado de fraude en el que se usaba una silicona de baja calidad.
2. «Pueden explotar en un avión»
Los cambios de presión no pueden hacer explotar una prótesis. Los implantes modernos son extremadamente resistentes.
3. «No podré dar de mamar»
No afecta a la lactancia si se implanta a través del arco mamario. Por esa vía no se daña ninguna glándula mamaria. Habría problemas si se implanta una prótesis por vía areolar o se tiene que cortar la glándula por algún motivo. Solo entonces los conductos destinados a transportar la leche pueden quedar cortados y aumentar la tendencia de la mama a producir quistes durante la lactancia.
4. «No son para toda la vida»
Hasta hace pocos años se recomendaba recambiar las prótesis cada diez años. En realidad sólo se trataba de una recomendación pero se sabía que a partir de esa fecha, el riesgo de rotura del implante aumentaba sensiblemente. En la actualidad, con las nuevas prótesis de gel de alta cohesividad, esta tendencia está cambiando y podemos alargar mucho más estos tiempos gracias a la gran resistencia de estas prótesis. Es importante realizar revisiones regulares de los implantes para comprobar su estado, pero estimamos que la mayoría de las mujeres no requerirán un recambio antes de 25 o 30 años y en muchos casos no será necesario recambiar las prótesis nunca.
5. «El pecho se caerá con los años»
En la mayoría de casos esto no es cierto, pero es muy importante elegir una prótesis adecuada para cada paciente. En el caso de una mujer con laxitud cutánea, implantar una prótesis de muy gran tamaño puede propiciar que el pecho se descuelgue más rápido de lo que lo haría sin prótesis. En cambio, si elegimos una prótesis adecuada para cada paciente, tomándonos tiempo en tomar mediciones del tórax y de la calidad de la piel, este implante conseguirá realzar el pecho y nos proporcionará una firmeza muy duradera.
6. «No podré hacerme mamografías»
Los implantes no suponen absolutamente ninguna contraindicación para poder hacer cualquier prueba de imagen sobre los pechos. Las prótesis no pueden dañarse a causa de estas pruebas y tampoco producen ninguna distorsión de los resultados.
7. «La cicatriz es demasiado visible»
Con la técnica del implante de mama por la zona submamaria, la cicatriz queda escondida en el surco submamario. La cicatriz que queda oculta por la propia caída del pecho y no es visible en prácticamente ninguna postura. Adicionalmente, esta es una zona que suele cicatrizar de forma excelente, con una apariencia fina, plana y blanqueada. Cuando la cicatriz se realiza por algún motivo en la areola, ésta se sitúa en una región de contraste entre la piel blanca de la mama y la piel más oscura de la areola, por lo que suele ser también muy poco visible”.
8. «No se puede dormir boca abajo»
Solo durante el primer mes de la cirugía. Así se consigue que los implantes queden perfectamente simétricos y con la forma óptima. Después de este tiempo, se puede dormir en la postura que se desee.
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