08 enero 2012

Le darán ponches a los latinos

AFHhbC6t Tarea titánica elegir a los miembros del Salón de la Fama en 2012 La Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos dará a conocer el lunes a las dos de la tarde la suerte de algunos peloteros nominados para el Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas.
Los escritores que votan, algunos de ellos con capacidad de análisis reducida, injustos como seres humanos y con gran ignorancia sobre historia, van a dejar con la carabina al hombro a la mayoría de los jugadores que reúnen méritos para tener sus nombres en Cooperstown.
Le van a cantar el tercer strike a todos los latinos, de la misma forma que el pasado mes de diciembre lo hizo el Comité de Veteranos con los cubanos Orestes Miñoso, Tony Oliva y Luis Tiant.
Barry Larkin, Jeff Bagwell y Edgar Martínez son los peloteros con mejores posibilidades, pues no podemos hablar de que van a seleccionar a Mark McGwire, Rafael Palmeiro y Juan Igor González que tienen en su contra el problema de los esteroides en un momento donde la mayoría de los periodistas que votan están inmersos en sus caprichos.
Larkin, Bagwell y Martínez tienen méritos. ¿Serán elegidos los tres? Lo dudo.
Este lunes seremos testigos de otra injusticia, en especial contra los peloteros latinos que tienen sus nombres en la nominación del 2012.
Edgar Martínez sigue siendo el ejemplo en el cual se mide a los bateadores designados, de tal forma que el trofeo para el mejor en este renglón ofensivo lleva su nombre. Está considerado por muchos como el mejor bateador designado de la historia.
Edgar jugó 18 temporadas con los Marineros de Seattle donde logró promedio de .312, incluyendo un .356 en 1995. Por siete años consecutivos entre 1995 y 2001 tuvo más de 580 apariciones al plato, fue siete veces al Juego de Estrellas, pegó 309 cuadrangulares, impulsó 1261 carreras, con uno de los mejores averages de embasamiento de todos los tiempos con .418 y un OPS de .933.
Bernie Williams fue un jugador completo. Bateaba, corría, fildeaba, inteligente en el campo de juego y aunque no tiraba con fortaleza a las bases, si lo hacía con la prontitud y la certeza necesaria para sacar a los corredores. La defensa de Williams fue hemética al cometer sólo 48 errores en 1924 partidos como jardinero.
Por 16 años, el guardabosque puertorriqueño fue pieza clave de la dinastía de los Yankees de Nueva York con un promedio de por vida de .297, con 2336 imparables, 287 jonrones, 1257 carreras impulsadas, 1366 anotadas, 147 bases robadas, un average de embasamiento de .381 y un OPS de .858.
Williams suma 22 cuadrangulares en la postemporada, sólo superado por Manny Ramírez. Era el hombre que tenia la habilidad de pegar el hit oportuno, a la vez de haber sido una de los caballeros más finos dentro de un terreno de juego.
Juan Igor González está en su segundo año de elegibilidad. En su primera aparición, González fue nombrado en el 5.2% por ciento de las papeletas, en parte porque su nombre ha sido vinculado con el escándalo de los esteroides.
Igor posee las estadísticas y fue uno de los mejores bateadores de su generación, pero no será elegido al Salón de la Fama.
Un parámetro que casi asegura estar en el Salón de la Fama es pasar la barrera de los 3,000 hits y 500 jonrones. Pero tanto Mark McGwire como Rafael Palmeiro tienen esos números y han sido rechazados

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