23 noviembre 2012

Narcotraficante dominicano enfrenta cadena perpetua en New Jersey


NUEVA YORK._ Segundo García, un narcotraficante dominicano reincidente de 36 años de edad y que en el 2005 había sido deportado a su país natal después de cumplir cinco años en la cárcel por el mismo delito, reentrando ilegalmente a Estados Unidos, enfrenta una sentencia de cadena perpetua por liderar una poderosa banda de narcos que distribuía heroína en varios estados del Noreste, generando hasta $1 millón de dólares a la semana. Los fiscales adelantaron ayer jueves que pedirán la pena máxima para narcotraficantes que reinciden y que en este caso, es cárcel de por vida.

Junto al cabecilla del grupo, fueron arrestados también integrantes de la banda que dirigía y que bautizó como "Organización García", Wilfredo Morel, sindicado como segundo responsable de las operaciones; Carlos Gómez (que no es el empresario), Rigoberto Pérez, Alvin Alba, Braulio Minaya, Wendy Taveras, Manuel Almonte, Francisco Hidalgo, Leonardo Flores, Abraham Díaz, Robin Vargas,lk Randolph Bretón y Bienvenido Rodríguez, todos, naturales de la República Dominicana.
En la banda también participaban los afroamericanos Christopher Lee Cox, Franchot J. Keeling y Malcom Hayes. Este último, Gómez y Pérez, están acusados por los fiscales de ser los "gerentes" de la empresa criminal liderada por García y que tenía 10 puntos de procesamiento y distribución a gran escala de la droga en distintos puntos de la ciudad de Paterson.
Los detenidos cayeron en la "Operación Consternado" (Operation Dismayed) realizada por agentes de la DEA, la Procuraduría General del Estado de New Jersey, la Oficina del Sheriff del Condado Passaic y oficiales de departamentos de policías de diferentes municipios del área.
Las investigaciones se realizaron por varios meses. Equipos SWAT fueron apostados en los alrededores de los puntos que controlaba García y su grupo, que utilizaban diez residencias usadas como almacenes en las que tenían hasta molinos para procesar y "cortar" la heroína.
La droga se distribuía a otros líderes de bandas de narcos en los estados de New Jersey, Nueva York, Pensilvania y Washington. Los fiscales dijeron que los miembros de la organización fingían trabajar como "taxistas" por el día, mientras que en las noches se dedicaban a procesar y empacar el psicotrópico.
Una de las misiones de los "taxistas fantasmas" era la de transportar el dinero producto de la droga. García estaba siendo activamente buscado por los investigadores, pero no estuvo al alcance de las autoridades hasta el miércoles, cuando fue arrestado. Otros dos están prófugos y son perseguidos por la DEA y otras agencias de la ley.
El fiscal estatal Jeffrey Chiesa dijo en conferencia de prensa que el operativo se aceleró, antes de que García pudiera escapar de Estados Unidos. Un total de 14 sospechosos fueron apresados por las autoridades.
Los grandes cargamentos de opiodes que la banda de García manejaba, eran transportados desde Colombia y no eran revendidos a narcotraficantes callejeros de bajo nivel. Brian Crowell, agente especial de la DEA en New Jersey dijo que la droga llegaba al Noreste de Estados a través de las rutas en Centroamérica establecidas por los carteles de Colombia.
Los fiscales declinaron confirmar sin la banda liderada por el dominicano estaba conectada a algunos de esos carteles ni identificaron a cuales organizaciones se las suministraba, porque la investigación continuará.
Crowell dijo que "la demanda está aquí y tenemos New Jersey es una de las plazas donde existe una demanda muy alta de heroína pura".
Señaló que las redes operan dentro de aeropuertos y puertos marítimos de Pittsburgh, por donde los narcos dominicanos esperaban los cargamentos. También dijo que las carreteras del Noreste que conectan con Nueva Inglaterra, son otras rutas para el transporten y distribución.
Los investigadores creen que la banda de García estaba operando desde mucho antes de ser desmantelada y calificaron el éxito del operativo, como uno de los más grandes golpes al narcotráfico internacional y vernáculo.
García, después de ser deportado logró reentrar de nuevo a Estados Unidos. Si es declarado culpable podría ser condenado a cadena perpetua, acorde con las leyes del estado de New Jersey.

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