(EFE).- El escolta reserva de los Thunder de Oklahoma City James Harden sigue sin recibir el alta médica para jugar con su equipo después que el domingo sufrió una conmoción cerebral al recibir un codazo intencional en la cabeza por parte del alero Metta World Peace, de los Lakers de Los Ángeles.
El entrenador de los Thunder, Scott Brooks, también dijo esta mañana tras el entrenamiento que aunque Harden fuese dado de alta no estaba seguro si lo podrían a jugar en los próximos dos partidos de la temporada regular que le restan al equipo, como medida de precaución.
Los Thunder, que ya tienen asegurada la segunda mejor marca de la Conferencia Oeste (los Spurs de San Antonio serán los primeros cabezas de serie) quieren asegurarse que Harden no tengan ningún tipo de consecuencias negativas debido al golpe que sufrió y su vuelta prematura a la competición.
"Mi decisión será algo hipotético en la medida que todavía no tenemos la luz verde de los médicos y por lo tanto si se diese el caso tendría que pensar a ver que haría", comentó Brooks. "Primero seguiremos toda la normativa que está establecida y luego veremos".
Scott dijo que Harden hizo algunas cosas durante el entrenamiento, pero no muchas, mientras que compañeros como el alero Kevin Durant comentaron que lo habían visto "bien" y "animado", que era lo más importante de todo en estos momentos, la salud de uno de los jugadores más queridos que hay dentro de la plantilla.
Esta noche los Thunder se enfrentan en su campo a los Kings de Sacramento y el miércoles lo harán también de anfitriones ante los Nuggets de Denver y al margen de cual sean los resultados su única preocupación será esperar al jueves cuando concluya la temporada regular para conocer al equipo rival en la primera ronda de la fase final, que podrían ser los Mavericks de Dallas, Nuggets o Jazz de Utah.
Mientras Harden sigue el procedimiento que está establecido por la NBA de control médico y pruebas correspondientes que ha establecido la liga cuando un jugador sufre una conmoción cerebral.
El golpe que le propino World Peace, anteriormente conocido como Ron Artest, ha generado un gran debate dentro y fuera de la NBA en cuanto a la violencia de la acción del jugador de los Lakers y el tipo de sanción que deberá recibir.
La NBA estudia todo el caso y hasta el momento no ha dado a conocer el castigo que le impondrá a World Peace, que podría ir desde cinco partidos hasta 10 o más.
Los más optimistas consideran que al menos World Peace no podrá jugar el número de partidos que se pierda Harden por los efectos del golpe y luego otros extras que conlleva el cumplir con el reglamento disciplinario que existe dentro de la NBA, además de otra posible consideración de el agresor ser reincidente.
Cuando World Peace se llamaba Artest y jugaba con los Pacers de Indiana, en el 2004, fue suspendido con 86 partidos y se perdió un salario de más de cinco millones de dólares después de haber participado en una pelea colectiva con aficionados de los Pistons de Detroit.
Brooks también tuvo que comentar sobre el posible descanso que podría darle a Durant en los dos últimos partidos o dejarlo que juegue al máximo para conseguir que concluya la temporada regular como líder encestador de la liga.
Actualmente, Durant, que ganó el título las dos últimas temporadas, también es el líder provisional con un promedio de 27,906 puntos por partido, seguido por el escolta Kobe Bryant, de los Lakers, que tiene 27,862.
Durant dijo que cualquiera que se la decisión de Brooks la aceptará "sin problema", pero que lo que no le gustaría sería salir a jugar 15 o 20 minutos por partido.
"Si voy a jugar quiero hacerlo en plenitud y si no pues perfecto, pero una vez que estoy en el campo no me gusta salir para estar pocos minutos", comentó Durant.
Por su parte, Brooks dijo que si el fuese Durant ya hubiera reivindicado el salir a jugar todos los partidos, pero la clase personal y profesional del alero estrella del equipo ha hecho que se haya mantenido al margen y con un completo respeto a la decisión que él pueda tomar. EFE
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