PHI 82 – BOS 75 |Semifinal de conferencia – Serie: 3-3|Estadística|La explosión de júbilo, el baño de confeti y la música destrozando los altavoces del Wells Fargo estaban más que justificadas. Los Philadelphia 76ers fueron mejor equipo que los Boston Celtics y salvaron la primera bola de partido que tuvieron en casa. Los locales se impusieron en el sexto partido de la serie y mandaron la eliminatoria a un séptimo encuentro del que saldrá uno de los dos finalistas de la Conferencia Este de esta temporada. Era ‘win or go home’ y los de Philly se negaron a poner fin a esta campaña sin exprimir todas sus opciones contra Boston. El cartel que portaba un aficionado con el que abrimos esta crónica era el sentir general. ‘El séptimo partido es necesario. Nos vemos en Boston’.
Boston tuvo en Kevin Garnett y Paul Pierce a sus dos mejores jugadores. El ala-pívot se fue hasta los 20 puntos y 11 rebotes, mientras que el alero firmaba 24 tantos y 10 rechaces… pero ya está. Ray Allen no estuvo a la altura (9 puntos y 4/11 en tiros de campo) y Rajon Rondo fue atado bien corto por la defensa rival. Los Sixers dejaron al base de los Celtics en 9 puntos, 6 asistencias y 9 rebotes, haciéndole fallar 10 de sus 14 tiros intentados.
Fue precisamente en la defensa donde los de casa cimentaron su victoria, hasta el punto de que los Celtics acabaron con sólo 14 asistencias y 17 pérdidas de balón, cuando las medias que manejaban hasta la fecha eran de 24.4 asistencias y 13.6 pérdidas. Si a eso le sumamos la espectacular puesta en escena de Jrue Holiday y que además del base otros cuatro jugadores se fueron a dobles figuras en anotación, encontramos varios motivos por los cuales los Sixers sumaron su tercera victoria de la serie.
EL PROTAGONISTA: Jrue Holiday (Philadelphia 76ers)
El base de los Sixers parece no estar en los planes de futuro de la franquicia de Philadelphia y su nombre suena en varios rumores que le sitúan lejos del equipo la próxima temporada. Ajeno a esos dimes y diretes, Jrue Holiday fue el mejor jugador del partido y el héroe de la noche en Philly.
Anotó 20 puntos, repartió 6 asistencias, capturó 3 rebotes, robó 2 balones y acertó con dos tiros libres cruciales a 31 segundos del final, los cuales dejaron a los 76ers ya en la carretera camino de Boston para jugar el sábado el séptimo choque de la eliminatoria. Él marcó el ritmo y enseñó el camino de la victoria a un equipo que no tuvo ningún tipo de temor en seguirlo.
EL DATO:
Los Sixers ganaron el partido desde la pintura. Viendo que su porcentaje de acierto desde más allá de la línea de tres puntos estaba siendo bastante triste (1/9 y no anotaron el primer triple hasta casi el final del tercer cuarto, después de seis intentos), los de Philly se centraron en las proximidades del aro y no tuvieron piedad de su rival.
Los Sixers se fueron hasta los 42 puntos en la pintura, mientras que los Celtics se quedaron en sólo 16. Boston no tuvo su noche en las distancias cortas, sobre todo cuando estaba acostumbrado a promediar 40 tantos en la zona en los tres partidos anteriores, y ahí estuvo uno de los principales problemas para los ‘Orgullosos Verdes’.
LA IMAGEN:
Allen Iverson es toda una leyenda viviente en la ciudad del amor fraterno y el base hizo las veces del Rocky local siendo el encargado de entregar el balón a los árbitros del encuentro para que éste diera inicio. El público del Wells Fargo le recibió con una ovación de las que no se olvidan fácilmente y Joe Crawford, con quien tantas discusiones tuvo como jugador, fue el destinatario de un esférico que estuvo tocado por la magia de ‘The Answer’ y sirvió para que Philly forzase el séptimo encuentro.
Iverson apareció ataviado de arriba a abajo con ropa de los 76ers, además de con su clásico modelo de zapatilla ‘The Question’ que volverá a estar en el mercado este verano. El detalle más curioso fue que el ex-Sixer apareció enfundado en la camiseta de Lou Williams, quien se lo agradeció personalmente fundiéndose en un abrazo con él antes de comenzar el choque.
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