(AFP) - El número de personas que se cree se han enfermado por un medicamento contaminado en Estados Unidos aumentó a 185 el viernes, pero las autoridades sanitarias dijeron que la cifra de muertos debido a este brote de meningitis rara se mantenía estable en 14.
Texas (sur) ha reportado su primer caso, convirtiéndose en el doceavo estado afectado por este brote vinculado a un esteroide que suele inyectarse en la columna vertebral para tratar el dolor de espalda.
Las autoridades sanitarias han notificado a más de 14.000 personas en 23 estados que pueden haber recibido dosis del esteroide contaminado. Sin embargo, podrían pasar semanas o incluso meses antes de que haya un recuento final de los casos, debido a que esta infección fúngica mortal tiene un largo período de incubación.
El brote ha provocado llamados a exigir una regulación más estricta de la industria de compuestos farmacéuticos.
Los críticos dicen que los fabricantes de medicamentos encontraron la forma de eludir la costosa supervisión clasificándose como farmacias, lo cual les da más libertad para mezclar compuestos farmacológicos para los pacientes.
Entre los estados más afectados estaban Tennessee (sur), con 50 casos y seis muertes; seguido de Michigan (norte), con 41 casos y tres muertes; y Virginia (este), con 30 casos y una muerte, e Indiana, con 24 casos y una muerte, según el último balance de la agencia federal de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Este tipo raro de meningitis -que inflama las membranas protectoras que cubren el cerebro y la médula espinal- a menudo no se detecta hasta que es demasiado tarde, ya que sus síntomas, parecidos a la gripe, pueden ser leves al principio.
El tratamiento requiere hospitalización y medicamentos por vía intravenosa. Sin embargo, este tipo de meningitis no es contagioso.
Las autoridades sanitarias estadounidenses iniciaron una investigación después del descubrimiento del primer caso en septiembre, y hallaron hongos contaminados en los esteroides producidos por el New England Compounding Center.
La compañía con sede en Massachusetts (noreste) solicitó posteriormente una retirada voluntaria de todos sus productos y detuvo sus operaciones.
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