16 septiembre 2011

Tres muertes: un año y siete meses sin que aparezca un acusado


Santo Domingo
A un año y siete meses de que Wendy Cecilia Sánchez, de 28 años de edad, falleciera luego de que su cuerpo fuera rociado con “ácido del diablo” por cuatro desconocidos que se presentaron a su vivienda, su madre Nereyda Olivares Reyes aún espera porque las autoridades hagan justicia por el hecho en el que también falleció una amiga con seis meses de embarazo.
Olivares Reyes atribuye el crimen a un hombre con quien su hija mantuvo una relación y que actualmente reside en España, pero que entra y sale del país sin que los encargados del caso se hayan preocupado ni siquiera en interrogarlo.
Dijo que está segura de que Antonio Paulino Suriel (Tony) y la esposa de éste fueron quienes
mandaron a matar a su hija, ya que ésta antes de morir le confesó que cuando los malhechores le estaban rociando el líquido le dijeron que lo hacían porque ellos los habían mandado.
“Los que tienen el caso de mi hija no han hecho nada y yo les pido por favor a la justicia y al jefe de la Policía que tengan compasión de mi, porque solo yo y Dios sabemos por lo que yo estoy pasando”, clamó la mujer.
El fatídico suceso se produjo el 11 de febrero del 2010, pero no fue hasta el 18 de ese mismo mes cuando Cecilia Sánchez falleció luego de permanecer ingresada una semana en la Unidad de Quemados del hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan).
Olivares Reyes cuenta que justo cuando salieron del novenario de Cecilia la llamaron para decirle que la amiga de ésta, identificada solo como Anneris, también había fallecido.
Al momento del hecho Cecilia se encontraban en su casa con su amiga Anneris, en la calle Ovando con Juan Erazo, donde se presentaron cuatro individuos en motocicletas, dos de los cuales penetraron a la vivienda y los otros dos esperaron afuera hasta que se cometiera el crimen, que fue presenciado por la hija mayor de Cecilia, de 10 años de edad en ese entonces. También dejó en la orfandad un hijo varón, que actualmente tiene nueve años.
“La niña puede contarle la historia entera, porque todo lo que le hicieron a mi hija fue delante de esa niña, a la niña la encañonaron, tiraron su mamá al piso y le rociaron el galón de ácido”, relata la madre mientras se seca las lágrimas que salen con facilidad de sus ojos.
Fue entonces cuando Anneris vio el hecho y salió a defender a su amiga de los agresores procediendo éstos a rociarle a ella también el mortal líquido.
Una sola persona fue detenida por el hecho, pero fue liberada pocos días después por falta de pruebas.
Nereyda asegura que los que tienen a su cargo la investigación del caso de su hija saben que fue Tony que la mandó a matar, pero no hacen nada para apresarlo.
“Fueron tres personas que murieron, mi hija, Anneris y el niño que ella llevaba en la barriga, pero las autoridades no hacen nada”, dijo.

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