12 diciembre 2011

Panameños indiferentes ante extradición de Noriega

Noriega en silla de rueda.PANAMA (AP).- El ex dictador Manuel Antonio Noriega esta de vuelta en su país natal tras ser extraditado de Francia dos décadas después de haber purgado condenas en esa nación y en Estados Unidos. Ahora se encuentra en su nueva cárcel a orillas del Canal de Panamá después de mucha confusión por las medidas de seguridad en su traslado al penal.
Unos cuantos manifestantes se congregaron frente a la prisión El Renacer mientras el general de 77 años recobraba la energía en su celda el domingo por la noche después de un vuelo desde París, sin embargo la reacción de la mayoría de sus compatriotas parecía ser de indiferencia.

Mientras algunas personas golpeaban ollas y tocaban la bocina de sus automóviles en la capital panameña en un gesto simbólico de desdén por Noriega , la mayoría de panameños colmaba las calles capitalinas haciendo compras para las fiestas navideñas.
El regreso de Noriega tiene lugar tras pasar más de 20 años en prisiones estadounidenses y francesas por narcotráfico y lavado de dinero.
Panamá lo condenó en ausencia por el asesinato del dirigente opositor Hugo Spadafora en 1985; del líder de una rebelión militar, el mayor Moisés Giroldi, en octubre de 1989, así como del fusilamiento de varios soldados que participaron en esa intentona golpista. En total suman 60 años de cárcel, pero la ley panameña no permite acumular las penas y debe pagar la pena máxima de 20 años.
El ex general, sin embargo, podría a la postre abandonar la prisión gracias a una ley que permite a los reos mayores de 70 años cumplir sus sentencias bajo arresto domiciliario.
Varias horas después de su traslado a la prisión, el anciano militar fue visto en silla de ruedas en un punto de la cárcel cuando los custodios lo llevaron allí para que revisara las pertenencias que le llegaban del viaje. Se veía canoso, vestía una camisa de manga larga roja y pantalón blanco, e hizo gestos con la mano.
"El reo Noriega está allí", indicó el director del Centro Penitenciario, Angel Calderón, quien ante la exigencia de los medios permitió que tomaran imágenes desde un punto habilitado para la prensa a un costado de la entrada de la prisión.
"El piensa que es un circo y no quiere ser parte de ese circo", explicó Calderón, en alusión a las razones que esgrime el ex dictador para no dejarse mostrar a los medios.
El traslado de Noriega a la prisión se dio en medio del desorden y de una táctica de seguridad que despistó a los medios, e incluso se utilizó un señuelo durante el traslado del general jubilado entre el aeropuerto internacional de Tocumen y la cárcel.
"Guste o no guste la estrategia consistió en conducirlo sin mayores percances (a la prisión)", dijo el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, al canal Telemetro.

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