20 enero 2012

El fiscal investiga a la bailarina que cenó con el capitán Schettino

Una bailarina moldava de 25 años se convirtió ayer en el enésimo misterio del naufragio del Costa Concorde. Los fiscales la buscaban para interrogarla porque puede aportar muchos datos sobre el siniestro, ya que la sitúan primero cenando con el capitán Francesco Schettino y luego junto a él en el puente del cruceroCosta Concordia. Ayer, la joven, Domnica Cemortan, apareció en la televisión de su país defendiendo al capitán y negando que estuviese bebido: «Hizo todo lo que había que hacer para salvar gente», afirmó.

Según la prensa italiana, no estaba registrada ni como turista ni como miembro de la tripulación. Ella afirma que era una pasajera invitada por Costa Cruceros. «Tras un año de trabajo, la compañía me ofreció unas vacaciones», dijo. Otras fuentes afirman que quien la invitó fue el capitán.
Contó además que subió al puente «para traducir al ruso las informaciones dadas a los oficiales» y que podía estar allí al ser traductora de la naviera desde hace cinco años. Y defendió al capitán porque «ha salvado la vida de miles de personas». Agregó que cuando ella abandonó la nave, a las 23.50 horas, «aún estaba en el puente».
La naviera dijo que Cemortan aparece en las listas de pasajeros y se embarcó el viernes 13 en Civitavecchia. Lo que no confirmó es si era empleada.
Tres llamadas
Otro punto que tampoco está claro para los investigadores son las tres llamadas que el capitán realizó a Roberto Ferrarini, director de operaciones de Costa Crucero, en un plazo de tiempo de una hora y cuarto, y antes de que fuera lanzada la alarma. La Repubblicaasegura que la compañía podría haber intentado evitar las graves consecuencias económicas de la evacuación. Al parecer, es habitual que cuando un barco tiene problemas antes se pone en contacto con el armador y lo último que hace es llamar a la capitanía de puerto -pues los controles duran más de cinco horas-.El tiempo transcurrido entre la colisión y la señal de alarma fue decisivo.
Costa Crucero ha suspendido de empleo al capitán Schettino, un primer paso antes de despedirlo, y le retiró la asistencia legal. El abogado Marco de Luca anunció que la naviera se constituirá como parte afectada, ya que considera que con el naufragio «ha sufrido un daño patrimonial ingente», además del «drama humano y la tragedia». Ya se ha puesto en contacto con los pasajeros a fin de devolverles el importe del billete y el resto de los gastos ocasionados.
Los expertos de la compañía holandesa Smit han llegado a la isla de Giglio para iniciar las operaciones de extracción del las 2.400 toneladas de combustible que se encuentra en 17 tanques. Calculan que entre hoy y mañana podrían empezar los trabajos, si el estado de la mar lo permite, ya que se espera un empeoramiento. También los buceadores apuran la búsqueda de los 20 desaparecidos y ahora se centran en el puente cuatro.
El Gobierno italiano anunció que prohibirá los «saludos» de los grandes cruceros iluminados cerca de la costa, algo que según publicistas «es mucho más eficaz que un anuncio».
La compañía suspende de empleo al capitán y le retira la asistencia legal

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